Jerusalén. Israel tiene detenidos a 800 palestinos sin haberles presentado cargos, la cifra más alta desde 2008, denunció ayer el grupo israelí de derechos humanos HaMoked, al tiempo que el activista Nasser Farwana aseguró que las fuerzas de seguridad israelíes arrestaron a unos 9 mil menores palestinos desde 2015 en los territorios ocupados.

HaMoked indicó que 798 palestinos están actualmente bajo detención administrativa, es decir, que no se les dice cuáles son los cargos o las pruebas en su contra.

La agrupación afirmó que este año Israel ha realizado varios operativos en la franja de Gaza en respuesta a una ola de ataques contra israelíes, lo que ha incrementado los arrestos.

Israel sostiene que recurre a ese tipo de detención sólo en casos excepcionales para impedir ataques terroristas y también porque le ayuda a no revelar sus fuentes de inteligencia.

Violación al debido proceso

Palestinos y grupos de derechos humanos denuncian que es un sistema abusivo que niega el derecho al debido proceso, y que en algunos casos los presos llevan meses o incluso años sin ir a juicio.

Algunos palestinos se declaran en huelga de hambre como protesta y eso agrava las tensiones entre israelíes y palestinos.

“La detención administrativa debe ser una medida excepcional, pero Israel la aplica de manera generalizada”, denunció Jessica Montell, directora ejecutiva de HaMoked.

“Esto debe terminar. Si Israel no puede llevarlos a proceso, debe dejar en libertad a los que están bajo detención administrativa”, añadió.

A todo esto, y en declaraciones a la agencia de noticias Maan, Nasser Farwana, especialista en temas de prisioneros, aseveró que la cifra de 9 mil menores detenidos desde 2015 representa 20 por ciento del total de arrestos.

Reprochó el aumento de los crímenes contra niños y jóvenes, que incluyen golpizas y disparos. “Esta conducta constituye una flagrante violación de todos los pactos y normas internacionales”, afirmó.

Destacó que Tel Aviv amplió su estrategia de confinamiento domiciliario, en especial contra los niños de Jerusalén, lo cual, alertó, convirtió a cientos de hogares en prisiones para los infantes.

El ministro palestino de Desarrollo Social, Ahmed Majdalani, condenó el asesinato de Rayan Suleiman, de siete años, por disparos de soldados israelíes en un poblado cisjordano, hecho que consideró un nuevo crimen de guerra.