Mexicali. Originario de Bucaramanga, Diego Armando ha vivido dos semanas de violencia institucional en México, pais al que viajó para conocer y estudiar las rutas de una competencia de montañismo en el municipio de Ensenada.

A pesar de ser un viajero con pasaporte y visa por seis meses que le dio el gobierno mexicano, este joven de 30 años es víctima de la contención migratoria que realiza México en su frontera con California, Estados Unidos.

Organizaciones de defensa de derechos humanos exigieron la liberación de Diego Armando y acusaron al Gobierno de México de hacer el trabajo sucio a Estados Unidos en materia de contención de migracion.

Salió de Colombia el 22 de septiembre con destino a la Ciudad de México y tres días después viajó rumbo a Ensenada pero lo detuvieron en el Aeropuerto Internacional de Tijuana porque agentes del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional sospecharon que quería cruzar a Estados Unidos.

Los detuvieron en un sótano del aeropuerto y después lo llevaron a la estación migratoria federal de Tijuana donde permaneció hasta el inicio de su proceso de deportación por Tabasco.

El 29 de septiembre, sus familiares solicitaron la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y se comunicaron con la delegación en Baja California donde les informaron que una visitadora fue al centro migratorio y la información oficial es que fue liberado el propio 25 de septiembre y se estima que quería ir a California.

La familia alerta a la CNDH sobre su desaparición y presenta la queja 2022/100201 en la que señalan que los agentes federales le solicitaron 1 mil 200 dólares para liberarlo, que representa un monto de 34 mil pesos.

Sin embargo, la versión oficial resultó falsa pues Diego Armando estuvo arrestado del 25 hasta el 30 de septiembre en esas instalaciones tijuanenses que custodia la GN.

El 30 de septiembre, la familia asegura que el delegado de la CNDH en Tijuana les dijo que en realidad iba a ser deportado de México por Tabasco.

De Tijuana lo trasladan a la frontera sureste donde vuelve a ser detenido porque no hay vuelos de esa entidad a Colombia.

Tampoco les importó que Felipe Hernando Jiménez Clavijo, padre del montañista, le compró boleto para viajar a la Ciudad de México y de ahí a Colombia. El señor Jiménez solicitó la liberación de su hijo con base en tratados de la Convención Interamericana de Derechos Humanos.

Sin embargo, con boletos de viaje y pases de abordar electrónicos, fue detenido en el Aeropuerto de Villahermosa donde viajaría a la Ciudad de México para su regreso a Bogotá junto a otras tres personas con las que pretendió hacer turismo en México.

Condeno energicamente la detención de migrantes extranjeros en Tijuana por agentes de migración y de la Guardia Nacional, a pesar que entran con visas al país pues se trata de un acto de discriminación racial, señaló Wilner Metelus, presidente de la Asociación de Afromexicanos.

El activista denunció que a migrantes estadunidenses, europeos y canadienses no los cuestionan nada y hay centenas de migrantes detenidos en Baja California porque son extranjeros.

"El gobierno mėxicano no respeta a los tratados internacional firmados sobre de derechos humanos, se trata de una doble moral e hipocresía", dijo al tiempo de cuestionar la supuesta integración de America Latina y Caríbe que promueve el gobierno mėxicano.

Metelus pidió la liberación inmediata a los migrantes detenidos en el aeropuerto en Tijuana y trasladados a Villahermosa y exigió trato digno y respeto a personas migrantes en Baja California pues no representan ninguna amenaza a los tijuanenses.

También solicitó solidaridad de los defensores de migrantes en Baja California pues el gobierno mėxicano hace trabajo sucio a Estados Unidos, en materia de migración.