Pumas fue fábrica de jugadores en los 80. Exportaba jóvenes con talento y profunda filosofía, en planteles sostenidos por extranjeros de experiencia. “Era raro que en la selección mexicana no hubiera alguno de la cantera”, resalta David Patiño, egresado de las categorías inferiores también como estratega. “Pero ahora la identidad se ha perdido”.
“En el 89 eran 25 canteranos y un solo extranjero, yo. Ahora están tratando de convencerse de algo que no es. (Andrés) Lillini se tiene que ir”, sostiene el chileno Juan Carlos Vera, campeón en la temporada 1990-91. Aunque tiene contrato vigente, el técnico de los felinos se reunirá hoy con la directiva para definir su futuro. Su intención es seguir, pero en el club no descartan un relevo.
En el partido ante Bravos de Juárez, que los dejó fuera del repechaje, sólo dos elementos formados en CU fueron titulares: Efraín Velarde y Pablo Bennevendo, ninguno con recientes convocatorias en el Tricolor. El mismo número puede encontrarse en otras jornadas, donde sólo cambiaron los nombres.
Un equipo que no es
“Hoy se juega con siete extranjeros de inicio, uno o dos jóvenes… la ideología tomó otro camino, que tal vez pedía la nueva afición, que quiere ver a Pumas como Tigres u otro equipo que no es”, plantea Patiño.
La llegada de Dani Alves generó tanto críticas como entusiasmo. Especialmente porque Pumas no ganó más que uno de sus 13 compromisos en puerta, que incluyeron goleadas ante América (0-3), Santos (1-5) y Chivas (1-3).
“El problema no es que lleguen jugadores como Alves, sino que, como él, hay muy poquitos. El resto de los jugadores extranjeros no hacen diferencia”, analiza el ex seleccionado mexicano.
Lillini, pretendido por la directiva del Atlas, apuntó contra quienes pasaron por el club y ahora aparecen para pedir su salida: “Son siempre los mismos, quieren alimentar su ego, pobre gente. Los que han estado y me critican, no han dejado nada en Pumas”.
Mientras Vera sigue en Chile, Patiño tiene la tranquilidad de que cuando fue entrenador, surgieron Jesús Gallardo, Alan Mozo, Alan Mendoza y Kevin Escamilla. “Usábamos hasta seis canteranos. Estos últimos tres años, Pumas ha sido un equipo de media tabla para abajo”.
