Uadadugú, Burkina Faso. Manifestantes atacaron la embajada francesa en la capital de Burkina Faso el sábado después que los partidarios del nuevo líder golpista de la nación de África Occidental acusaron a Francia de albergar al presidente interino derrocado, acusación que las autoridades francesas negaron.
Un grupo de soldados que apareció en la televisión estatal la noche del viernes había anunciado que el teniente coronel Paul Henri Sandaogo Damiba fue derrocado menos de nueve meses después que él mismo orquestó un golpe de Estado en Burkina Faso.
Aunque se desconocía su paradero el sábado por la noche, un nuevo comunicado atribuido a Damiba fue publicado en la página de Facebook de la presidencia de Burkina Faso dirigida al capitán Ibrahim Traore, el recién declarado líder.
“Pido al capitán Traoré y compañía que entren en razón para evitar una guerra fratricida que Burkina Faso no necesita”, señala el comunicado atribuido a Damiba, quien a diferencia de otros líderes derrocados de África Occidental aún no ha presentado su renuncia.
La mañana del sábado, los comentarios de un portavoz de la junta habían desencadenado un estallido de ira en Uagadugú, la capital.
“Damiba ha tratado de refugiarse en la base militar francesa de Kamboinsin para preparar una contraofensiva con el objetivo de sembrar división entre nuestras fuerzas de defensa y seguridad”, sostuvo el teniente Jean Baptiste Kabre, leyendo un comunicado en nombre del nuevo liderazgo de la junta.
Los videos difundidos en las redes sociales mostraban a los residentes con antorchas encendidas fuera del perímetro de la embajada francesa y otras imágenes mostraban parte del recinto en llamas.
En la segunda ciudad más grande de Burkina Faso, Bobo-Dioulasso, multitudes enfurecidas también vandalizaron el instituto francés.
Francia ha negado cualquier papel en los incidentes que se desarrollan en su excolonia y advirtió a sus ciudadanos que se queden en casa en medio de una situación “confusa” en Uagadugú.
“Condenamos en los términos más enérgicos la violencia contra nuestra presencia diplomática en Burkina Faso”, aseveró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia en un comunicado el sábado por la noche. “Cualquier ataque a nuestras instalaciones diplomáticas es inaceptable”.
En una declaración anterior el sábado, el Ministerio afirmó que “el campamento donde se encuentran las fuerzas francesas nunca ha albergado a Paul Henri Sandaogo Damiba ni nuestra embajada”.
Traore, el capitán del ejército de 34 años que fue nombrado a cargo después que se anunciara el golpe de Estado del viernes por la noche en la televisión estatal, dijo en entrevistas el sábado que él y sus hombres no buscaban dañar a Damiba.
“Si quisiéramos, lo capturaríamos a los cinco minutos de combate y tal vez estaría muerto, el presidente. Pero no queremos esta catástrofe”, afirmó Traore a Voice of America. “No queremos hacerle daño, porque no tenemos ningún problema personal con él. Estamos luchando por Burkina Faso”.
Más tarde le dijo a Radio Omega: “No tenemos intención de llevar a Damiba ante la justicia. Sólo deseamos que se vaya a descansar porque está cansado y nosotros vamos a continuar con el trabajo”.
Al tiempo que prevalecía la incertidumbre, la comunidad internacional condenó ampliamente el derrocamiento de Damiba, que en enero el mismo derrocó al presidente elegido democráticamente del país.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, dijo el sábado que Estados Unidos “está profundamente preocupado por los acontecimientos en Burkina Faso”.