En su visita al estadio Cuauhtémoc, el América entró en un estado de plenitud después de imponerse al Puebla (1-2) y confirmarse como líder absoluto de la fase regular, en la última jornada de la Liga Mx. La alegría reinó en las gradas del coliseo poblano y también en el césped, con un equipo azulcrema que no perdió su ritmo arrollador, a pesar de la pausa por la fecha FIFA.
No pasó ni un cuarto de hora cuando Roger Martínez, delantero estelar de las Águilas, transformó un saque de banda en una jugada de lujo que terminó en gol (12). El colombiano recibió de espaldas, giró sobre el lado derecho del defensa Israel Reyes y sacó un remate bien colocado a segundo poste, imposible para el portero Antony Silva.
En su afán por mostrar su poderío, el cuadro americanista abandonó la cautela y ensayó dispa-ros desde todos los ángulos, lo que hizo retroceder varios metros a la Franja. Henry Martín y Roger fueron los más peligrosos en contraste con el poco brillo del uruguayo Jonathan Rodríguez, convertido más en un actor de reparto.
A pesar del desasosiego, el técnico Nicolás Larcamón apeló al carácter de sus jugadores para contrarrestar el dominio de su rival. Sólo así, elevando la intensidad en la lucha por la pelota, fue que La Franja logró acercarse por primera vez al arco de Guillermo Ochoa. Lo intentó primero Martín Barragán y luego Omar Fernández, sin que sus esfuerzos tuvieran recompensa.
El descanso no apaciguó los ánimos del cuadro americanista, que siguió insistiendo con los desbordes de Alejandro Zendejas y los pa-ses de Álvaro Fidalgo, casi siempre con amenaza de gol. Roger salió de cambio al resentir el desgaste, pero Diego Valdés entró en su lugar para que nada cambiara. Por momentos, el Puebla dio la impresión de jugar desorientado, especialmente cuando empezó a perder el balón desde su zona defensiva.
No obstante, en un contragolpe iniciado por Jordi Cortizo, el uruguayo Maximiliano Araujo encaró mano a mano a Ochoa y envió su remate al lado del poste, en lo que fue la primera de dos oportunidades que tuvo el conjunto poblano para lograr el empate.
La siguiente fue todavía más clara. Araujo sirvió de poste en una pared dentro del área con Cortizo, quien, con el arco abierto, disparó desviado luego de quedarse sin marca. Mientras Larcamón se llevaba las manos al rostro, Fernando Tano Ortiz se vio obligado a apretar las tuercas para conservar el triunfo, principalmente en su línea de seguridad. Casi en seguida, Fidalgo coronó la noche con el segundo tanto (90), poco antes del descuento de Israel Reyes, de cabeza (90+3).
Con 22 puntos y en el octavo lugar, los camoteros esperan ahora los últimos resultados de la jornada 17 para conocer cuál será su rival en el repechaje. Las Águilas, entretanto, cerrarán el fin de semana con la tranquilidad de ser inalcanzables con 38 puntos y su pase directo a la liguilla.