Biarritz. Esta semana, los cineastas brasileños, durante la 31 edición del Festival francés Biarritz América Latina, dijeron que esperan que las elecciones presidenciales de este domingo permitan que la era de Bolsonaro de una vez “llegue a su fin”.
Para el bicentenario del gigante sudamericano, que se independizó de Portugal en 1822, el certamen que se celebra todos los años en esta ciudad dio carta blanca a Kléber Mendonça Filho (53 años), que ha ganado varios premios en Cannes.
El director, oriundo de Recife, presenta “toda la asimetría de Brasil, su belleza, su fealdad, su confusión” a través de 10 largometrajes y 14 cortometrajes, sin olvidar “su violencia política, reflejada en la intolerancia normalizada” desde la llegada al poder en 2018 del mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro.
“Se han legalizado un millón de armas y cada ciudadano puede tener hasta siete en su casa”, declaró el cineasta, espantado.
En julio, un representante local del Partido de los Trabajadores (PT) del ex presidente y actual candidato Luiz Inácio Lula da Silva murió por disparos de un policía pro Bolsonaro. A inicios de septiembre, un simpatizante de éste fue asesinado a hachazos por un seguidor de Lula tras una discusión por motivos políticos.
Mendonça Filho, muy crítico, estima que “la gran obra” del mandatario ha sido “normalizar la estupidez”.
Es “imposible” que gane, asevera el director.
Los últimos sondeos atribuyen a Lula da Silva 47 por ciento de las intenciones de voto, frente a 33 para Bolsonaro.
Los partidarios éste “viven en una dimensión paralela y espero que con su derrota recobren algún sentido de la realidad”, añadió el realizador de Aquarius.
En cambio, Filipe Galvon, invitado al certamen para presentar su último cortometraje L’année prochaine à Tulle (El próximo año en Tulle), teme “una nueva desilusión”.
Incluso, si Lula ganara, este carioca “no ve cómo vamos a salir del bolsonarismo”, marcado por el advenimiento de una “verdad alternativa y una conspiración industrializada”.
Para Galvon, su país, lejos de ser un caso lejano “exótico, brinda una muestra saturada de lo que puede ocurrir en una democracia occidental”.
En su cortometraje, este brasileño que vive en Francia desde 2013, ilustra una “sensación de déjà vu” vivida en 2018, cuando se encontraba en los Campos Elíseos de París durante una movilización de los Chalecos Amarillos.
“Fue muy similar a las protestas de 2013 en Brasil, que comenzaron por el aumento del precio del transporte.
“Espero una victoria de Lula (...), pero me temo que será sólo un soplo de aire fresco para preparar la lucha de los próximos años”, continúa.
En tanto, Kléber Mendonça Filho añadió: “Tendremos que reconstruir la moral y la ciudadanía brasileñas”.