Ciudad de México. El pianista y compositor mexicano José María Serralde, quien se ha especializado en musicalizar cine mudo, inaugurará este sábado 1 de octubre el festival internacional Le giornate del cinema muto, efectuado en Pordenone, Italia.
Lo hará dirigiendo a la Orquesta de San Marcos Pordenone en el estreno mundial de la partitura que le comisionó ese encuentro para acompañar la versión recién restaurada del filme The unknown (El desconocido), dirigido por Tod Browning y estrenado en junio de 1927.
“El festival siempre hace una labor fantástica desde hace 40 años redescubriendo y mostrando estas obras maestras del cine mudo. Esta comisión me llega nueve años después de que he estado tocando en este festival constantemente como pianista”, indica el también director operativo de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México e integrantes desde 1998 del Ensamble Cine Mudo.
“Me siento honrado y muy emocionado por este privilegio. Se me hizo este encargo porque en un archivo de Praga (República Checa) se descubrieron poco más de 10 minutos de esa película, los cuales fueron incorporados a la copia que se presentará ahora, restaurada por la casa George Eastman”.
Sobre la partitura que estrenará, la cual tiene una duración de 62 minutos y que concibió también para ser tocada en salas de concierto, tanto en su versión completa como en una suite, José María Serralde detalla que dado que el festival de Pordenone tiene interés particular por las obras de inspiración históricamente informada, lo que hizo fue pensar en los compositores de la época de aquel filme, los años 20, y decidió evocar a los españoles Joaquín Turina, Manuel de Falla e Isaac Albéniz.
“Es un homenaje orquestal que tiene como punto de partida la idea de qué hubiera sucedido si esos compositores hubieran hecho música para cine. Turina, de hecho, tiene una obra dedicada al cine; es una fantasía cinematográfica orquestal, lo cual me hace pensar que él tenía este interés. Por eso hice esta suerte de homenaje. Es un juego interesante”, sostiene el músico mexicano, quien agrega que en su obra utiliza la misma dotación que De Falla en El amor brujo, con 64 instrumentistas.