Ciudad de México. La Feria Nacional del Mole de San Pedro Atocpan, en la alcaldía Milpa Alta, se inauguró este sábado tras dos años de pandemia en que fue suspendida, con 24 restaurantes y una docena de expositores para venta del producto a granel.
A un costado del estadio Momoxco, a la altura del kilómetro 17.5 de la carretera Xochimilco-Oaxtepec, se instalaron carpas que ofrecen además artesanías como textiles, cerámica, dulces de amaranto y miel, pan artesanal, joyería, pulque, licores y nieves.
La feria tiene además juegos mecánicos y dos foros con actividades artísticas y culturales que se desarrollaron dentro de los próximos 23 días.
El presidente del comité organizador de la feria, Mauricio Gutiérrez Cabello, comentó que la pandemia afectó a muchos de los productores de Atocpan, donde el 90 por ciento de la población realiza alguna actividad relacionada con la producción del mole y celebró que las condiciones han mejorado este año para realizarla nuevamente.
Al acto de inauguración asistió el secretario de Gobierno capitalino, Martí Batres, con la representación de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, así como los titulares de las secretarías de Pueblos y Barrios, Laura Ita Andehui, y de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani, quienes acompañaron en el corte de listón a la alcaldesa de Milpa Alta, Judith Vanegas y a los organizadores.
En los accesos de los restaurantes, decorados a manera de una cocina tradicional con fogón de leña en los que echan tortillas elaboradas a mano, Moleras y jóvenes que portan la tradicional vestimenta de las tlacualeras invitan a los visitantes con pruebas del producto.
Aquetzalli, María Bonita, Molcalli, Tlaloc, La Calandria, La casa del Nahual, Las Carmeñitas, Yolitzin, La Cabaña, son algunos de los nombres que identifican a los 24 restaurantes que operan dentro del pueblo, mientrasbque para venta a granel están La mayora, Don Pancho, Omecalli, Don Luis, Nuestra Milpa, La Herencia y Don Pedro, entro otros.
Vanegas resaltó que Milpa Alta es la única alcaldía rural de la ciudad en las que sus pueblos han demostrado ser grandes productores, como Atocpan, con el mole, con productos que tienen reconocimiento internacional.
Batres, destacó a su vez el coraje con el que Milpa Alta ha defendido la propiedad social de la tierra y sus tradiciones y cultura milenarias.