Ciudad de México. El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, señaló que la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa – la cual encabeza- es la respuesta a un crimen de Estado.
“Una respuesta desde la Presidencia de la República que pone en el centro el derecho de las víctimas y la sociedad a la verdad”, destacó.
La creación de esta Comisión fue el primer acto de gobierno por decreto presidencial, al inicio del actual sexenio para “romper el pacto de silencio y garantizar el derecho a la verdad”.
En este grupo participan funcionarios federales; padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos y las organizaciones que les acompañan. Adicionalmente se generó un comité científico y un grupo de atención a las víctimas, junto con asistencia internacional.
Subrayó que el trabajo continúa y representa una respuesta histórica a un crimen de Estado.
En el caso de Julio César López Patolzin, uno de los 43, sostuvo que su búsqueda y localización inmediata había abonado a esclarecer el paradero del resto de estudiantes.
El joven, inscrito en la normal rural de Ayotzinapa, como el resto de sus compañeros.
En un video divulgado por la Comisión para el caso Ayotzinapa se establece que la historia de López Patolzin va más allá y da un giro clave a los hechos porque además de ser estudiante también era un soldado informante del Ejército; llevaba meses participando en asambleas, marchas, mítines y demás actividades dentro de la escuela.
Como se ha divulgado, el 26 de septiembre de 2014 mandó el último reporte a sus jefes, la autoridad militar en Guerrero, la cual tuvo conocimiento de lo que ocurría en Iguala.
“Entonces, ¿por qué pasó lo que pasó? ¿por qué no intervinieron sus superiores para evitar los hechos? ¿por qué no lo buscó como marca su propio protocolo? Nunca realizaron ningún esfuerzo por ponerlo a salvo. Abandonaron a uno de los suyos”, se dice en el video divulgado por el subsecretario desde su cuenta de Twitter.
El material recalca que nunca activaron el protocolo de soldados desaparecidos, y añade: “una gran oportunidad desperdiciada, ya que dar con Patolzin era dar con los otros estudiantes”.
La “verdad histórica” evadía toda responsabilidad de los militares.
Hoy – se añade en el video- la verdad, por más dolorosa que sea, es el único camino hacia la justicia.