Lugansk. Al menos 30 personas, incluidos varios niños, murieron ayer a consecuencia de un bombardeo ucranio contra un convoy de refugiados, informó Rodión Miroshnik, embajador de la república popular de Lugansk en Moscú, quien precisó que el ejército disparó contra una caravana de cinco vehículos que transportaban civiles que intentaban salir de la ciudad de Kupiansk, en la región de Járkov, hacia Rusia.
“Según los datos preliminares, alrededor de 30 personas perdieron la vida a causa del ataque al convoy, entre ellos hay niños”, indicó Miróshnik a Sputnik.
En tanto, en la región ucrania de Dnipro, al menos tres personas, entre ellas un menor de edad, perecieron en un ataque con misiles ejecutado por Moscú, denunció el jefe de la Administración Militar Regional, Valentin Reznichenko.
“Sabemos que hay tres muertos, entre ellos un niño, y cinco heridos, incluida una niña de 12 años”, afirmó Reznichenko, en Telegram. “Varias viviendas privadas fueron destruidas. Los trabajadores de los equipos de rescate están retirando escombros y buscando sobrevivientes”, agregó.
Otro canje de prisioneros de guerra
Las autoridades de Ucrania y de Rusia realizaron un nuevo intercambio de prisioneros, una iniciativa que llega poco más de una semana después de un gran canje.
Un portavoz de la presidencia ucrania, Andriy Yermak, confirmó la entrega de seis personas a Ucrania, entre ellas dos civiles, y difundió en Telegram imágenes de esa operación. “Nuestro objetivo es recuperar a toda nuestra gente”, subrayó.