Si camina como pato, nada como pato y sabotea como pato, entonces es la CIA, que de nueva cuenta grazna. No queda de otra: todo apunta a que fueron los tenebrosos servicios estadunidenses de inteligencia quienes sabotearon los gasoductos rusos Nord Stream (1 y 2; éste último no entró en actividad ante la negativa de Alemania, pero su infraestructura estaba lista para iniciar el abasto), en el mar Báltico. De hecho, tal operativo fue adelantado por el presidente Joe Biden (7 de febrero de 2022) 17 días antes del estallido de la guerra: “si Rusia invade Ucrania, entonces dejará de haber Nord Stream y le pondremos fin; prometo que seremos capaces de hacerlo”.
Entonces, si antes del sabotaje gringo la tendencia marcaba que la mayoría de los europeos pasarían mucho frío en el ya próximo invierno, ahora apunta a que no pocos se congelarán por el ilegal proceder de Estados Unidos, que para sus fines hegemónicos utiliza a Ucrania y a quien dice ser presidente de esa nación. Así, los europeos al pozo y Estados Unidos al gozo, porque les venderá más gas, aunque para que ello suceda falta un rato.
De larga data es la práctica terrorista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, fundada en 1947 por el presidente Truman) y demás agencias de inteligencia y de ella han sido víctimas numerosos países (los latinoamericanos en primera línea), pero ahora, si bien los gasoductos rusos quedaron dañados, los principales afectadas son las naciones europeas a las que Estados Unidos dice “proteger”.
El gobierno de Ucrania asegura que el citado sabotaje es “un ataque terrorista planeado por … Rusia”, que “pretende desestabilizar la situación económica en Europa y provocar pánico antes del invierno” (el autor de este dicho es Mijail Podolyak, el oscuro periodista que asesora a Vladimir Zelensky, y que días atrás calificó de “prorruso” el plan de paz que el presidente López Obrador presentó en la ONU). Lo anterior llevó al portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, a subrayar que tal acusación es “predecible, estúpida y absurda”.
Por cierto, algunos medios estadunidenses califican de “fugas misteriosas e inexplicables” el sabotaje a los gasoductos, ante lo cual la respuesta rusa (por medio de la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova) fue muy clara: “Washington ha demostrado una vez más hasta qué punto ha perdido el contacto con la realidad, al convertirse prácticamente en parte del conflicto; usted, señor Antony Blinken (titular del Departamento de Estado), nunca ocultó que el objetivo principal era aislar a Europa de los recursos energéticos rusos, y ahora ¿no sabe quién podría beneficiarse de ello? Es usted quien se beneficia de ello” ( Rusia Today).
Zajárova subrayó que “para los países de la Unión Europea es inaceptable la mera idea de que detrás del sabotaje podrían estar sus propios aliados” (Rusia en ningún momento ha expresado que no quiere suministrar recursos energéticos a Europa) y recordó que “en la zona donde ocurrieron las fugas de gas, en julio de este año se llevaron a cabo ejercicios militares de la OTAN con el uso de equipos de aguas profundas. El beneficiario absoluto en esta situación es Washington. La inhabilitación de los gasoductos permitirá a Estados Unidos aumentar las entregas del gas natural licuado a la UE” (ídem).
Pero el ambiente tiende a escalar, porque Rusia inició una investigación por “terrorismo internacional” por el sabotaje a los gasoductos, mientras la diplomacia de aquel país “acusó implícitamente a Estados Unidos, reclamando respuestas a Joe Biden sobre la eventual implicación de su país en las fugas. El presidente estadunidense está obligado a responder”. No lo ha hecho, desde luego, pero a cambio el senado de su país ayer aprobó otro paquete a Ucrania: 12 mil millones de dólares en nueva “ayuda” económica y militar ( La Jornada).
Y de cereza, hoy Moscú firma los acuerdos de adhesión a Rusia de cuatro nuevos territorios: repúblicas populares de Donietsk y Lugansk, más Zaporiyia y Jersón.
Las rebanadas del pastel
Para el nefasto Francisco Javier García Cabeza de Vaca hoy es el último día de fuero (y de protección cómplice del Legislativo estatal), por lo que es de suponer que lo aprovechará hasta el último segundo de su mandato, incluso –si es que no lo ha hecho– para agarrar un avión y perderse por allí. Aparentemente, la Fiscalía General de la República está sobre él y su pandilla en espera del momento oportuno, pero quién sabe si el delincuente ya se les adelantó.