Wiesbaden. La inflación en Alemania aumentó en septiembre 10.9 por ciento anual, frente a 7.9 por ciento registrado en agosto, impulsada por los precios de la energía y los alimentos, informó la Oficina Federal de Estadística (Destatis), con base en datos preliminares. En julio de este año, la tasa de inflación había sido de 7.5 por ciento y en junio de 7.6 por ciento.
Dichas tasas de inflación son inéditas en la Alemania reunificada, un proceso que se dio en 1990, a la caída del bloque comunista en Europa del este. Con anterioridad, las tasas de 10 por ciento o más se registraron a principios de la década de 1950, pero el método de cálculo ha cambiado con el tiempo.
Destatis comunicó que, en septiembre, la energía costó 43.9 por ciento más que un año antes, y los alimentos subieron 18.7 por ciento. Asimismo, en comparación con el mes de agosto, los precios de consumo aumentaron 1.9 por ciento.
Según un estudio difundido por la consultora de consumo GfK, la alta inflación reduce el poder adquisitivo de los consumidores, cuyas débiles expectativas en cuanto a la evolución de sus ingresos empujan el clima de consumo a la baja.