Estancia, Nuevo México. Lejos de recibir ayuda, los migrantes detenidos por las autoridades estadunidenses en una cárcel en Nuevo México han sufrido represalias por denunciar las malas condiciones sanitarias en una cárcel contratada por el gobierno, informó una coalición de agrupaciones promotoras de los derechos civiles.
Una carta pública firmada por una docena de migrantes en el centro de detención del condado de Torrance menciona cañerías rotas, infestaciones de insectos, falta de atención médica y racionamiento de las botellas de agua potable.
Una nueva carta el miércoles a la oficina de derechos civiles del Departamento de Seguridad Nacional menciona represalias tales como las restricciones en el acceso a la representación legal y una acusación falsa a un inmigrante bajo la ley de eliminación de violaciones en las cárceles.
La coalición, que incluye a la Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), el Laboratorio de Innovación Legal y Justicia para Nuestros Vecinos, con sede en El Paso, Texas, publicó en agosto un informe basado en entrevistas con decenas de migrantes detenidos en el lugar.
La cárcel de Torrance, operada por la empresa privada CoreCivic, es una de las 130 instalaciones que utiliza la agencia de inmigración y aduanas (ICE) para detener a los inmigrantes mientras se procesan sus casos, aunque muchas personas permanecen en libertad vigilada.
Representantes de ICE no respondieron de inmediato a los pedidos de declaraciones. Funcionarios de CoreCivic rechazaron las denuncias y dijeron que los migrantes mentían sobre las condiciones de su detención.