Tepic, Nay., Las políticas públicas en los cinco pasados gobiernos federales (tres del Partido Revolucionario Institucional y dos de Acción Nacional) para promover la pesca ribereña no dieron resultados satisfactorios porque no se basaron en el bienestar de los protagonistas, los más de 300 mil pescadores artesanales que generan 800 mil toneladas de productos marinos en el país, según el estudio Impacto social de la pesca ribereña en México, elaborado por el equipo de la organización Inteligencia Pública, a solicitud de Environmental Defense Fund (EDF) de México.
El documento visibiliza los principales impactos socioeconómicos y socioculturales que la pesca ribereña tiene sobre las familias, las comunidades y las regiones dedicadas a esta actividad económica en ambos litorales de país.
El escrito fue elaborado en 2019 con el apoyo, conocimientos, opiniones y sugerencias de pescadores, dirigentes de cooperativas, expertos, académicos y organizaciones defensoras del medio ambiente, conocedoras del impacto e importancia de dicha actividad.
En él se hace un análisis de la situación que prevalece en las diferentes zonas del Pacífico y el Golfo de México donde la pesca artesanal es la principal actividad económica y propone una política pública integral que coloque en el centro de la discusión y de las soluciones.
A manera de conclusiones, recomienda la creación de una política con enfoque regional e intersectorial que considere las diferencias sociales, económicas, culturales y ecológicas entre las principales zonas pesqueras del país, por su diversidad y variación.
En el rubro socioeconómico, indica la necesidad de incrementar las capacidades productivas, financieras, de desarrollo humano y “la integración más horizontal en las cadenas de valor de la pesca”, mediante el acceso a tecnologías, infraestructura, capacitación y servicios básicos (agua, luz y caminos).
En cuanto al aspecto sociocultural, el estudio considera necesario reconocer la importancia de los valores sociales y culturales de la labor pesquera; determinarla, más que como una mera actividad económica, como una forma de vida alrededor de la cual giran numerosas comunidades costeras.
Lo anterior significa colocar a los pescadores en el centro de la política pública, a través de espacios de participación donde sea considerado y valorado su conocimiento empírico en el oficio que muchos de ellos han desempeñado la mayor parte de su vida
Finalmente, cuanto al tema de la organización, los resultados de la investigación se centran en la necesidad de fortalecer la integración en torno a la pesca, mediante el acompañamiento y desarrollo de capacidades organizativas para las cooperativas, por medio de capacitación técnica y tecnológica en diversos temas de utilidad práctica.
El planteamiento central y todas las propuestas del documento hacen referencia “a empoderar a las localidades pesqueras, garantizar el acceso a sus derechos económicos, sociales y culturales, y lograr que tengan un mayor impacto sobre las condiciones que determinan su bienestar como actores fundamentales para la economía, la alimentación y la conservación de los ecosistemas marinos de todo el país".