Río de Janeiro. Mallas rojo vivo ceñidas, el cuerpo abrazado a una barra de pole dance, mirada sensual: la estrella brasileña Anitta se dirige a sus 60 millones de seguidores en Instagram y los llama a votar por Lula.
En una campaña de alto calibre rumbo a las elecciones del 2 de octubre, en las redes sociales cada vez más estrellas del espectáculo declaran abiertamente sus preferencias entre los dos favoritos: el ex presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y el jefe de Estado de extrema derecha Jair Bolsonaro.
La lista de quienes desean el regreso al poder de Lula es tan grande como ecléctica. Además de estrellas del funk o el pop, como Anitta, pero también Ludmilla o Luisa Sonza, están raperos como Emicida o gigantes sagrados de la canción brasileña como Caetano Veloso, Chico Buarque o Gilberto Gil, quien fue su ministro de Cultura. Por el lado de Bolsonaro, los famosos que lo apoyan provienen sobre todo del Sertanejo, el country brasileño, con grandes artistas como Gusttavo Lima, desconocido en el extranjero, pero muy popular en el país.
“Vivimos un momento de mucha desconfianza (hacia las instituciones), pero cuando una celebridad declara por quién va a votar o pide participar en política, esto llega a la gente de una manera más personal, rompiendo esa sensación de desconfianza”, dice a la Afp Issaaf Karhawi, especialista en redes sociales de la Universidad de Sao Paulo.
Para Paulo César Gomes, historiador de la Universidad Federal Fluminense, el compromiso político de artistas de izquierda existe desde hace tiempo, especialmente entre quienes se opusieron a la dictadura militar (1964-1985), como los músicos tropicalistas Caetano Veloso o Gilberto Gil, exiliados durante los años de plomo.