Dubái. La policía antidisturbios y las fuerzas de seguridad iraníes se enfrentaron ayer a manifestantes en decenas de ciudades, informaron medios de comunicación estatales y publicaciones en redes sociales, como parte de las continuas protestas por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, estando bajo custodia de la policía moral.
Los inconformes exigían la caída del sistema clerical mientras se enfrentaban a elementos de seguridad en Teherán, Tabriz, Karaj, Yazd y muchas otras ciudades, según videos en Twitter. “Mujer, vida, libertad”, coreaba la multitud, mientras las asistentes agitaban y quemaban sus velos, de acuerdo con las grabaciones, que no pudieron ser verificadas por algún medio independiente.
Los videos tuiteados mostraban a los manifestantes gritando: “muerte al dictador”, en la norteña ciudad de Tabriz, en referencia al ayatola Alí Jamenei. En las urbes kurdas de Sanandaj y Sar-dasht, en la zona noreste del país, la policía disparó contra los manifestantes, según las publicaciones.
La televisión estatal informó que la policía se enfrentó a “alborotadores” en algunas ciudades y disparó gas lacrimógeno para dispersarlos.
Amini fue arrestada el pasado día 13 por no llevar el velo islámico de manera correcta, y llevada por la policía moral a una comisaría donde le darían una plática de orientación. Estuvo tres días en coma antes de morir, momento en el que comenzaron las protestas.
La agencia de noticias Fars informó ayer que “unas 60 personas murieron” en las movilizaciones. La policía, citada por la agencia oficial Irna, informó del deceso de 10 agentes, pero no quedó claro si éstos se encontraban en el reporte dado por Fars.
Ravina Shamdasani, vocero del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, subrayó que el organismo mostró su “gran preocupación” por la “respuesta violenta” de las fuerzas de seguridad iraníes.
El ministro de Salud, Bahram Einollahi, informó que durante las protestas se destruyeron más de 70 ambulancias.
El lunes pasado, un alto mando de los Guardianes de la Revolución Islámica en Kurdistán visitó a los familiares de la joven, a los que prometió una investigación.