Ciudad de México. El paquete económico del próximo año sienta las bases de trabajo para el final del sexenio y apunta a que 2024 sea “el año de consolidación fiscal para este proyecto de nación”, a la vez que permite planear “una transición responsable, ordenada y sin sobresaltos hacia la siguiente administración”, aseguró Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público. El funcionario reveló que la deuda pública aumentará 7 por ciento en términos reales al cierre de 2022 respecto al nivel que tuvo al termino de 2018, una cuarta parte del 27 por ciento del alza promedio en las tres administraciones anteriores.
Al comparecer en la Cámara de Diputados, explicó que el costo financiero de la deuda está aumentando debido al repunte de las tasas de interés a nivel nacional e internacional, al grado que lleva un incremento de 26 por ciento desde 2021, cuando empezó el ciclo de endurecimiento en la política monetaria. Ese encarecimiento de los intereses se recarga en un pasivo que en 79 por ciento se debe a créditos solicitados por otras administraciones, “no los contratamos nosotros”, destacó Ramírez de la O.
“Les quiero remarcar que este tema de la deuda es central para la estrategia no solamente de cumplir con las promesas de campaña, sino de no sobrestirar la liga por el lado del endeudamiento”, dijo el secretario de Hacienda, al asegurar que desde el inicio de la actual administración había poco margen para endeudarse. Actualmente el espacio fiscal –el presupuesto que queda para hacer política pública fuera de los gastos obligatorios, como son el pago de la deuda, las pensiones y los recursos a estados–, se ciñe a dos de cada 10 pesos del gasto.
“No es que esta administración sea ultraconservadora fiscalmente o financieramente (al apegarse a los ejes que han sido doctrina de organismos internacionales), sino que simplemente no había espacio para acomodar más deuda en el presupuesto que se vislumbraba al inicio de la administración”, señaló Ramírez de la O y puso el ejemplo de Petróleos Mexicanos, cuyo endeudamiento sumó 50 mil millones de dólares entre 2012 y 2018, durante la administración de Enrique Peña Nieto, y ahora ronda 105 mil millones.
“No podemos exagerar el cuidado de la deuda”, enfatizó Ramírez de la O, en respuesta al diputado del PRI y ex secretario de Economía en el gobierno de Peña Nieto, Ildefonso Guajardo. El endeudamiento ha llevado a “capítulos bochornosos, traumáticos” en la historia del país, como las crisis de los 80 y 90. Este gobierno no podía “repetir la experiencia que vimos entre 2005 y 2018, cuando la deuda aumentó de 31 a 45 por ciento del PIB (…) Por más incremento de impuestos que se quiera, eso es insostenible”.
No haremos demagogia
Frente a las críticas sobre los supuestos económicos que componen en el paquete económico del próximo año, en particular un crecimiento hasta de 3 por ciento, cuando varios organismos internacional estiman en la mitad, Ramírez de la O consideró que “los calificativos optimistas o pesimistas salen sobrando cuando estamos hablando o de cosas objetivas, o de planeación. Simplemente estamos haciéndolo con lo mejor que hay, y lo mejor que hay, como no somos adivinos, es lo que tenemos enfrente de nosotros”.
Sobre el Paquete contra la Inflación y la Carestía reportó que éste implicará un costo de 541 mil millones de pesos para las finanzas públicas en 2022, de los cuales 298 mil vendrán de la renuncia al impuesto especial sobre producción y servicios. Ramírez de la O reconoció que hasta ahora el impacto por el lado de los alimentos ha sido limitado, por lo que se requiere ampliar a más elementos de los pactados en un inicio con productores y comercializadores.
Frente a los recurrentes cuestionamientos sobre qué está haciendo la administración para frenar el avance del Índice Nacional de Precios al Consumidor, respondió que “tampoco se trata de hacer aquí demagogia, de decir que el Estado puede curar todo el efecto de la inflación, porque parte de ese encarecimiento de precios depende de lo que pase en el resto del mundo con las materias primas, sobre todo en una economía abierta como la mexicana”.