El Banco Mundial (BM) ajustó de 5 a 2.8 por ciento su proyección de crecimiento este año de la economía china, la segunda mayor del mundo después de Estados Unidos, con lo que ese país tendrá su menor expansión desde 1990 en el grupo de naciones de Asia Oriental y el Pacífico .
El conjunto de los países en desarrollo de la región –sin contar a China– crecerá 5.3 por ciento, en comparación con 4.8 por ciento calculado en el mes de abril, de acuerdo con el organismo.
Al considerar a China la proyección es de 3.2 por ciento para la región, una baja frente al 5 por ciento considerado en la actualización de abril, pero que aun así se sitúa por encima del cálculo para China.
Con estos datos China tendrá un menor crecimiento que la región de Asia Oriental y el Pacífico, tendencia que no se había observado desde 1990, luego de las protestas en Tiananmen y cuando se abrió la bolsa de Shanghái, después de lo cual China tuvo crecimientos anuales que promediaron 10 por ciento.
El nuevo pronóstico más débil se debió principalmente a una fuerte desaceleración en China, causada por sus estrictas reglas de cero covid que han interrumpido la producción industrial, las ventas nacionales y las exportaciones, señaló el BM.
En la comparativa de los años más recientes se observa que en 2021 China tuvo un rebote cuando su producto interno bruto (PIB) creció en 8.1 por ciento y en 2020 –año de la pandemia– sumó 2.2 por ciento. Para ese mismo año la región tuvo un crecimiento de 1.2 por ciento, pero al excluir a China del cálculo, se presentó una contracción de 3.6 por ciento.
El documento indica que la economía china repuntará en 2023, con una estimación de crecimiento de 4.5 por ciento, la cual seguiría por debajo de la región, para la que se proyecta un 4.6 por ciento y al excluir a China, 5 por ciento.
China constituye 86 por ciento de la producción económica de la región de 23 países.
En un comunicado, la vicepresidenta del BM para Asia Oriental y el Pacífico, Manuela Ferro, dijo que “la recuperación económica está en marcha en la mayoría de los países de la región”, pero “mientras se preparan para la desaceleración, los países deben abordar las distorsiones de la política interna que son un impedimento para el desarrollo a más largo plazo”.