A 100 días del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, en la iglesia de Cerocahui, en Urique, Chihuahua, así como de Pedro Palma, la Iglesia católica señaló que la impunidad “amenaza con salir triunfante una vez más”.
A través de su editorial del semanario Desde la fe, manifestó que “se siente amenazante sobre nosotros la losa de la impunidad y la condena al olvido; pero la muerte de los justos nunca puede ser sellada por esa losa, porque su muerte siempre se transforma en reclamo de justicia y fermento de paz, porque sus vidas no se pueden olvidar, se vuelven todos sus actos y palabras un memorial”.
Expresó que el asesinato en Cerocahui, Chihuahua, se sumó a otras tantas miles de muertes violentas en México, pero este hecho en particular llamó la atención y la indignación de la sociedad mexicana de manera sobresaliente. “Un hombre trabajador, padre y esposo, intentó escapar de su victimario en la iglesia; un par de sacerdotes jesuitas, amados misioneros de aquella región, intentaron a su vez protegerlo y auxiliarlo sacramentalmente, y en ello encontraron la muerte violenta. Sus cuerpos cayeron entre el altar y el sagrario, el padre Joaquín empuñaba los santos óleos.
“Sus cuerpos fueron sustraídos para correr la suerte de tantos y tantas: desaparecer. A los pocos días, gracias a Dios, se recuperaron los cuerpos de Pedro, Joaquín y Javier, cosa que no sucede desafortunadamente para miles de familias. El pueblo de Cerocahui pudo sepultar a sus padres asesinados, pero la muerte de éstos ha sido fermento de paz, de indignación y reclamo de justicia del pueblo de México ante las muertes violentas y la impunidad, que para este caso particular se cumplen 100 días, pero se suma a muchos más días de injusticia e impunidad. No llegamos a los 100 días sólo con saldos negativos por la falta de verdad y de acceso a la justicia, llegamos con una fuerza renovada y el deseo fortalecido para construir la paz.”
Agregó que el pasado 21 de septiembre, fiesta del apóstol Mateo y Día Mundial de la Paz, la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Religiosos y Religiosas de México y los jesuitas presentaron los Conversatorios por la Paz, una iniciativa que llama a dialogar a familias, vecinos, amigos, compañeros y escuelas.