En el largo camino de lucha por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el asesinato de otros tres estudiantes, en el ataque del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, cinco padres y madres de los jóvenes han fallecido, y si bien para el resto de los familiares cada vez es más complicado el andar, “por el dolor y el agotamiento físico” acumulado en estos ocho años, la exigencia de encontrar a sus seres queridos, al igual que obtener justicia, los mantiene firmes.
Hilda Hernández Rivera, madre de César Manuel González Hernández, recordó que quienes han muerto por diversas enfermedades son: Minerva Bello, mamá de Everardo Rodríguez, y Tomás Ramírez Jiménez, padre de Julio César Ramírez Nava, ambos fallecidos en 2018; así como Saúl Bruno Rosario, papá de Saúl Bruno García, y Bernardo Campos, padre de José Ángel Campos Cantor, quienes murieron en 2021, y Ezequiel Mora, padre de Alexander Mora, fallecido en 2022.
Estos ocho años “no han sido nada fáciles para nosotros, es muy complicado entender la desaparición forzada, el porqué se los llevaron, y el dolor que lleva uno es muy grande, por ello lo que haces es sobrevivir”, expresó Hilda.
A su vez, Blanca Nava Vélez, madre de Jorge Álvarez Nava, manifestó que “uno mismo se está acabando tanto moral como físicamente por estar pensando si está o no vivo nuestro hijo”, pero lo cierto es que a la fecha, si bien “nos dicen que no hay indicios de que estén con vida, tampoco hay indicios de que estén muertos. A mí no me han presentado pruebas; escarban por aquí y por allá, pero el ADN que encuentran en los huesitos y los fragmentitos no coinciden”.
Consideró que si bien en el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa se presentan algunos avances “porque reconocen que fue un crimen de Estado y eso el gobierno anterior lo tapó, la debilidad que tiene es que no nos lleva al objetivo que queremos nosotros, que es el paradero de nuestros hijos”.
Carmen Mendoza, madre de Jorge Aníbal Cruz Mendoza, compartió: “A mí lo que me da fuerza de andar aquí todavía es que no se ha encontrado nada. Al principio ubicaron fosas clandestinas en donde encontraron 28 cuerpos, que el entonces gobernador (de Guerrero) Ángel Aguirre decía que eran los normalistas, pero los peritos argentinos hicieron todos los análisis y esto no fue cierto. Encontraron otras fosas y no estaban ahí tampoco”.
Resumió la demanda que prevalece entre los familiares de los desaparecidos: “Pedimos al Presidente que nos cumpla. Antes de que ganara las elecciones, lo abordamos en Iguala y él se comprometió a darnos la verdad que nosotras andamos buscando. Si no resuelve este problema, ¿cómo va a ser su Cuarta Transformación? Pedimos también que le exija a los militares que den todas las facilidades a los expertos para investigar, porque les han dado verdades a medias también a ellos”.