La Habana. Cuba celebró ayer un inédito referendo sobre un nuevo Código de las Familias respaldado por el gobierno que permitiría el matrimonio igualitario y la adopción por parte de parejas del mismo sexo, además de delinear los derechos de los niños y los abuelos. Los resultados de la consulta se darán a conocer hoy.
Se trata de una nueva norma de más de 400 artículos que toca por primera vez el tema de los derechos de las parejas homosexuales y la adopción. También prevé legalizar la “gestación solidaria”, que permitirá a una mujer tener un hijo para otra persona sin fines de lucro.
Incluye la ampliación de los derechos de los abuelos, entre los cuales está la posibilidad de entregarles la “responsabilidad parental” de sus nietos, algo considerado vital en Cuba donde suelen convivir en un mismo hogar hasta cuatro generaciones, y la migración hace que muchos menores sean criados por los ancianos.
El mandatario Miguel Díaz-Canel y el ex presidente Raúl Castro votaron temprano en una jornada que se extendió hasta las 18 horas cuando cerraron las casillas. Desde las 7 horas, los más de 24 mil colegios electorales del país abrieron sus puertas, y lo único que se pidió al electorado fue expresar con un “Sí” o un “No”, si aceptaba la aplicación del nuevo código familiar. El Consejo Electoral Nacional informó que hasta las 17 horas habían votado más de 5 millones de electores, o 68.91 por ciento del padrón básico.
“Mi expectativa es que la mayor parte de la población dé el voto por el ‘Sí’”, señaló Díaz-Canel. “Tenemos que acostumbrarnos a que en temas tan complejos, donde hay diversidad de criterios, las personas puedan dar un voto de castigo, pues aunque no tengan nada contra el código, asumen una posición determinada por el disgusto a causa de la situación compleja que atraviesan. Eso es también legítimo”, agregó.
El presidente Miguel Díaz-Canel votó temprano, en una jornada que se extendió hasta las 18 horas, cuando cerraron las casillas. Foto Abel Padrón Padilla/ Cubadebate.
La iniciativa define el matrimonio como la unión voluntaria de “dos personas” y no “entre un hombre y una mujer”, como establece la norma vigente de 1975, lo que abre las puertas a la unión entre personas del mismo sexo, un tema sensible en una sociedad en la que durante los primeros años después de la revolución los homosexuales eran detenidos y enviados a campos de trabajo para su “rehabilitación”.
La comunidad LGBT en Cuba apoya el nuevo código, al igual que otras figuras como Mariela Castro –hija del ex presidente Raúl Castro y sobrina del fallecido comandante Fidel Castro–, quien respalda los derechos de las parejas del mismo sexo, aunque los sectores más conservadores de la isla, donde las donde las iglesias evangélicas han ganado terreno, expresan su oposición a este nuevo viraje en el concepto tradicional de la familia.
El proyecto fue aprobado por la Asamblea Nacional tras varios meses de debate en numerosas reuniones populares, pequeñas asambleas en barrios y centros de estudio en las cuales los ciudadanos expresaron su apoyo o rechazo, realizaron propuestas o plantearon sus dudas.
Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y presidente del Consejo de Estado, explicó ayer: “La esencia de este código está en que es inclusivo, que tiene que ver con la esencia de la revolución, es un código de igualdad, de amor, de solidaridad, de sentimientos, de responsabilidad y que se las da a todos, de valores, de participación y como tal, cuando lo llevamos a una norma es de derechos para todos, y esto es lo que hoy estamos poniendo en función de la decisión de la población”.
Agregó que el referendo es otro acto en que se demuestra que Cuba, la revolución y su pueblo tienen confianza en que “superaremos la crisis entre todos y lucharemos por el bienestar de todos”.