Zacatecas, Zac., Martha Ofelia Jiménez Meléndres, veterana activista del sur de California, originaria de Zacatecas, entregó al gobernador David Monreal Ávila un pliego petitorio en el cual exige en nombre de su comunidad la reparación de una planta de tratamiento de aguas negras, construida en 1999 por su hermano, el entonces mandatario y actual senador Ricardo Monreal Ávila, en la comunidad Las Ánimas, municipio de Nochistlán.
La obra, que consistió en la colocación de tanques para procesos bioenzimáticos, se financió con 16 mil dólares del programa de inversión 3 x 1, aportados por miembros de la Federación de Clubes de Migrantes del Sur de California, pero fue inaugurada inconclusa e inoperante.
A 23 años de su edificación constituye un severo problema de contaminación, pues vierte las aguas negras de toda la comunidad a la presa Huisquilco, la principal unidad de irrigación agrícola de la región.
Acompañada por su padre, Rigoberto Jiménez Oropeza, ex trabajador del Programa Bracero, la activista informó en entrevista con La Jornada que este “crimen ecológico” afecta a 146 comunidades rurales de Nochistlán.
Martha Ofelia ha sido activista binacional durante décadas. A principios de la década de 1990, estudió en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) la licenciatura en Desarrollo Urbano y Estudios Chicanos, y ahí tomó un curso impartido por César Chávez, líder de la Unión de Trabajadores Agrícolas, “sobre cómo manejar los problemas sociales”.
En Zacatecas, entre 2021 y 2022, Jiménez Meléndres ha confrontado a dos gobernadores: Alejandro Tello Cristerna (priísta) y David Monreal Ávila (morenista), a quienes ha demandado una solución al problema de la planta de tratamiento de Las Ánimas, pero no ha obtenido respuesta favorable.
Inauguración en lo oscurito
Martha Ofelia relató que, como integrante de la Federación de Clubes de Zacatecanos del Sur de California y entonces presidenta del Club Fraternidad Las Ánimas, de Nochistlán, gestionó la aportación de 16 mil dólares para el proyecto.
“Nos unimos con el fin de que el medio ambiente tuviera una mejor calidad, debido a que había una fosa séptica descomunal y la comunidad olía muy mal. Yo dije: debemos cuidar nuestra casa interna, y convencí a diferentes voluntades de los tres niveles de gobierno para hacerla. Nosotros (los paisanos) recaudamos 16 mil dólares.
“Desgraciadamente, bajo el gobierno de Ricardo Monreal Ávila la planta fue solamente una sacadora de dólares y un elefante blanco, una obra inservible, porque cuando llegaron los 16 tanques de cemento y concreto armado, el material ya venía fisurado de todos lados”.
En ese entonces, el presidente municipal era Héctor González, quien minimizó la gravedad del problema. “Me dijo: ‘No importa, con una manita de gato; al cabo es Las Ánimas’, pero yo le dije: ‘Sí importa, porque es una obra que debe durar mucho tiempo’”, acusó la entrevistada.
La empresa a la cual la administración de Ricardo Monreal Ávila entregó el proyecto por conducto del Sistema Estatal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas es Sanimex Montiel SA de CV, de Tenancingo, Hidalgo.
La instalación debía recolectar las aguas residuales que se generaran en las mil casas de la comunidad de Las Ánimas, pero nunca funcionó. “Al contrario, las aguas se estancaron y ahora hay un chorro grueso (aproximadamente 18 pulgadas) que está manando directamente al río de la comunidad, y de ahí todo va a la presa de Huisquilco, que se edificó en 1976, cuando era presidente José López Portillo. Este es un crimen ecológico que afecta a 146 comunidades y nadie nos quiere hacer caso”, denunció la activista.
Recordó que la planta se “inauguró” prácticamente en la clandestinidad: “El gobernador Ricardo Monreal llegó a las seis de la mañana y junto con el presidente municipal colocó una placa. No invitaron a la comunidad ni a los integrantes del comité de obra”, es decir, a los migrantes.
Los pobladores dijeron “no vamos a firmar el acta de entrega y recepción, porque no fuimos parte; si lo hiciéramos estaríamos cometiendo un crimen contra el medio ambiente y la localidad”.
El pasado 8 de septiembre, Jiménez Meléndres y su padre abordaron al gobernador David Monreal Ávila, antes de que ingresara a la legislatura de Zacatecas a rendir su primer informe de gobierno. En unos segundos y sin dejar de caminar, la activista le explicó el problema y el mandatario sólo sonrió a los presentes para luego dejarla atrás.
–Espere… ¿Qué me dice de la planta?
–Lo voy a ver, lo voy a ver –respondió el gobernante.
En julio de 2021, en la cabecera municipal de Nochistlán, la mujer encaró a Alejandro Tello Cristerna (entonces mandatario), quien acudió a la coronación de la reina de las fiestas patronales del lugar. Cuando la activista le pidió solución al problema, contestó: “Vine a una fiesta, no a escuchar los problemas”. La respuesta fue consignada por la reportera Gardenia Mendoza, del periódico La Opinión de Los Ángeles, en su edición del 28 de julio del año pasado.