El Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA, por sus siglas en inglés) presenta una gran exhibición en la que cobra vida la visión de Diego Rivera sobre México y Estados Unidos que plasmó en más de 150 cuadros, murales y dibujos. Desde la oaxaqueña Tehuantepec hasta la urbe neoyorquina de Manhattan cautivaron la imaginación del pintor mexicano, quien se inspiró de manera recurrente en los mercados, las tradiciones y la industrialización para su obra.
La exposición Diego Rivera’s America (La América de Diego Rivera) “invita a las audiencias a reflexionar sobre las historias y retos compartidos que nos conectan a través de las fronteras políticas”, se anunció antes de la apertura al público en julio pasado en el museo californiano, donde permanecerá hasta el 2 de enero de 2023.
El primer domingo de exposición incluyó actividades complementarias a lo largo del día, como danzas tradicionales aztecas y bailes con jaranas de Yucatán, instalaciones digitales, proyección de filmes y hip hop.
La muestra se centra en el trabajo que el artista guanajuatense realizó desde 1920 hasta mediados de la década de 1940, “los años más ricos en la prolífica carrera de Rivera, en los que concibió una nueva visión para Norteamérica, basado en sus viajes por México y Estados Unidos”.
El artista afirmó en 1931: “Quiero decir por América el territorio comprendido entre las dos barreras de hielo en los dos polos. Un higo para tus barreras de alambre y guardias fronterizos”, cita el SFMOMA a Rivera, quien consideraba el arte un arma esencial para la lucha utópica de mayor igualdad social y de justicia.
Al regreso a México, en 1921, proveniente de Europa, Diego Rivera comenzó con la construcción de un movimiento pictórico inspirado en los ideales de la Revolución Mexicana. Al respecto, el museo de San Francisco señala que durante esa década “estableció un estilo maduro, caracterizado por formas redondeadas, colores intensos y composiciones cada vez más densas. Cimentó su interés por la alegoría, la cultura popular, la familia, el trabajo y la revolución proletaria, temas centrales en sus famosos murales en San Francisco, Detroit y Nueva York, que hizo en la década de 1930.
Cierre colosal: Unidad panamericana
En la exposición se reúnen unas 70 obras de Rivera que pertenecen a la colección del SFMOMA, una de las más grandes en el mundo del pintor mexicano, además de préstamos de instituciones públicas y privadas de Inglaterra y Estados Unidos. Algunos de los lienzos son muy conocidos, como Danza en Tehuantepec, Mujer moliendo maíz, El cargador de flores y El retrato de Lupe Marín, que comparten espacio con otras pinturas que no se habían mostrado en público desde que dejaron el estudio del artista.
La culminación de la exhibición es el colosal mural conocido como Unidad panamericana, el cual pintó para la Exposición Internacional del Golden Gate en San Francisco en 1940, cuando el puente se inauguró. Los 10 paneles portátiles que conforman un mural de casi 170 metros cuadrados se muestran en la galería de la familia Robert en el SFMOMA hasta 2024, como un préstamo del City College de esa ciudad, que marcó un hecho histórico.
Esta obra, titulada originalmente El matrimonio de la expresión artística del norte y el sur del continente, es la más grande que pintó Rivera en el país del norte; es una expresión de la visión de una historia y un futuro compartido por México y Estados Unidos.