La construcción de vivienda social en Benito Juárez y Miguel Hidalgo llevará a una “especulación salvaje” y no redundará en que gente de escasos recursos acceda a una”, como pretende la administración capitalina, afirmó Guillermo Meixueiro, ex integrante del Consejo de Desarrollo Urbano y Vivienda.
Con el Programa Especial de Regeneración Urbana y Vivienda Incluyente se pretende que los desarrolladores tengan mayor potencial para construir edificios más altos a cambio de destinar 20 por ciento a vivienda social, con un precio máximo de 1.4 millones de pesos.
El valor del terreno, sin embargo, “es muy caro y no creo que ningún inmobiliario pretenda construir ese tipo de vivienda, cuyo precio será aproximadamente 40 por ciento menor respecto del resto de las construidas en un proyecto”.
Consideró que además podría provocar el “acaparamiento” de las mismas, pues es posible que los inmobiliarios digan “este es el 20 por ciento que me está pidiendo el gobierno, pero ya está vendido, porque nunca saldrán a una venta abierta”.
El ex integrante de dicho consejo, creado en la administración de Miguel Ángel Mancera, aseguró que “a la hora de la verdad habrá una gran especulación y hasta prestanombres, pues es ilógico que se tenga un departamento 40 por ciento más barato que el resto”.
Se trata de inmuebles “muy rentables porque la gente busca estas demarcaciones para vivir, pero no se favorecerá a la población objetivo, porque el programa no está bien diseñado y sus justificaciones no están bien hechas”, puntualizó.
La solución en materia de redensificación “no es seguir construyendo por construir; sabemos que esta actividad no puede parar porque es un fenómeno económico que deja mucha derrama, es vital, sino pensar hacia dónde vamos”, dijo.
La edificación de viviendas es un tema de oferta y demanda, así como de valores del suelo; entonces, “por qué no hacer otro tipo de construcción, pero en otras alcaldías, porque en Benito Juárez y Miguel Hidalgo es muy caro”.
Ambas cuentan con buenos servicios, vialidades, iluminación y seguridad, lo cual es un atractivo, pero “todo tiene un límite y hasta ahora en el gobierno de Claudia Sheinbaum no ha llegado; al contrario, sigue privilegiando, con nuevos programas, más construcciones”.
Sin embargo, la vivienda asequible que se pretende con dicho programa “solamente llevará a una gran especulación, a un acaparamiento y a incrementar los problemas que ya se tienen como, por ejemplo, en el suministro de agua”.