Stephenville, Terranova. La poderosa tormenta Fiona arrasó ayer el este de Canadá con vientos huracanados, obligando a realizar evacuaciones, dejando como saldo 500 mil hogares sin electricidad, árboles y postes eléctricos derribados y reduciendo muchas casas de la costa a “sólo un montón de escombros en el océano”.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos informó que el ojo de Fiona, degradada a ciclón postropical, estaba ahora en el Golfo de San Lorenzo y perdiendo fuerza. El centro canceló las alertas de huracán y tormenta tropical para la región.
La localidad de Port aux Basques, en el extremo suroeste de Terranova, con una población de 4 mil 67 habitantes, se llevó la peor parte de la furia del meteoro. El alcalde, Brian Button, se vio obligado a declarar el estado de emergencia y a evacuar partes de la ciudad que sufrieron inundaciones y desgajamientos de carreteras.
Varias casas y un edificio de apartamentos fueron arrastrados hacia el mar, dijo René Roy, redactor de Wreckhouse Weekly en Port aux Basques, a la Canadian Broadcasting Corp. “Esto es sin duda la cosa más aterradora que he visto en mi vida”, dijo Roy, al describir cómo muchas casas quedaron en el océano.
Dos mujeres fueron llevadas por las aguas en Channel-Port aux Basques, informó una portavoz de la policía. Una de las dos víctimas, arrastrada tras el derrumbe de su casa, fue rescatada y hospitalizada, la otra permanece desaparecida.
Hemos pasado una mañana muy difícil”, dijo Button en un video, y añadió que los desalojos habían concluido.
Nova Scotia Power, que suministra electricidad a Nueva Escocia, reportó más de 384 mil clientes sin electricidad. En la Isla del Príncipe Eduardo y Nuevo Brunswick, los operadores dijeron que había respectivamente 82 mil y 44 mil hogares sin luz.
El primer ministro Justin Trudeau se reunió por la mañana con miembros de un equipo de respuesta de emergencia del gobierno, y más tarde declaró a periodistas que las fuerzas armadas se desplegarían para ayudar con la limpieza.
“Estamos viendo informes de daños significativos en la región, y la recuperación va a ser un gran esfuerzo”, y aseguró: “Estaremos allí para apoyar cada paso del camino”.
Fiona, que hace casi una semana azotó Puerto Rico y otras partes del Caribe, causó la muerte de al menos ocho personas y dejó sin electricidad a prácticamente el total de los 3.3 millones de habitantes de Puerto Rico.