El cambio tecnológico en lámparas y aparatos, como refrigeradores, televisores, entre otros, ha propiciado que el ahorro de la energía en México sea 15 veces mayor respecto al generado con el horario de verano, según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee).
Desde 1996, México aplica cada año el horario de verano, una medida usada en un centenar de países en el mundo con el objetivo de ahorrar energía al aprovechar la luz del día que dura más tiempo durante la primavera y el verano.
De acuerdo con Odón de Buen Rodríguez, director del órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Energía (Sener), debido a la puesta en práctica de 34 normas mexicanas (NOM) de eficiencia energética, las cuales se aplican a lámparas domésticas, aparatos electrónicos y electrodomésticos, el ahorro energético del horario de verano ha quedado rebasado.
Tanto las NOM como el cambio tecnológico generan un ahorro energético 15 veces mayor al logrado con el horario de verano.
La Sener ha reconocido que el ahorro generado por esta medida que comenzó a usarse de manera no oficial en algunos estados desde 1948, sólo genera un “ahorro relativo”.
Los montos de ahorro se han ido reduciendo con el tiempo. “La importancia relativa del ahorro del horario de verano es ahora mucho menor que cuando inició su aplicación en la década de los 90”, señala la dependencia en un documento.
El valor monetario del ahorro pasó de representar 0.6 por ciento en 1996 a sólo 0.2 por ciento el año pasado.
En términos energéticos, el ahorro pasó de 0.62 por ciento en el primer año de aplicación a 0.16 por ciento del consumo nacional de electricidad.
Datos de la dependencia indican que el año pasado el consumo nacional fue de 327 mil gigavatios-hora (GWh), mientras el ahorro por el horario de verano fue de 537 GWh, es decir, sólo 0.16 por ciento del consumo nacional que se tradujo en mil 138 millones de pesos.
En 2020, la suma ascendió a mil 193 millones de pesos, luego de que el horario de verano permitió un ahorro estimado de generación de 560 GWh.
Dos años antes, el ahorro económico estimado fue de mil 875 millones de pesos, a raíz de que se evitaron utilizar 876 GWh.
En los primeros tres años de la actual administración federal se han ahorrado 4 mil 206 millones de pesos con el horario de verano, monto que significa sólo 0.2 por ciento del consumo nacional de electricidad.
El menor impacto económico y energético del horario de verano, se explica, de acuerdo con la dependencia, porque desde 2013 se aceleró la eficiencia energética tras el retiro de lámparas incandescentes, así como por el aumento de la eficiencia en aires acondicionados y refrigeradores en la industria, comercios y hogares y mejor tecnología en las empresas para la generación de electricidad.