Quito. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, pidió ayer la dimisión del ministro del Interior, general Patricio Carrillo, y destituyó a mandos policiales y a dos generales del ejército en medio de la conmoción por el asesinato de la abogada María Belén Bernal, vista con vida por ultima vez tras ir de visita a la Escuela Superior de la Policía.
“He solicitado a los mandos policiales poner sus cargos a disposición, presentando sus respectivas bajas. El gobierno nacional valorará su permanencia en la institución. Además, he dispuesto que los generales Freddy Goyes y Giovanni Ponce sean desvinculados de la institución”, tuiteó.
El presidente reacciona ante la exigencia de grupos defensores de derechos humanos, asociaciones de familiares de desaparecidos y colectivos feministas para que se haga una depuración en el alto mando policial y en particular en la Escuela Superior de la Policía.
Elizabeth Otavalo, madre de Bernal, solicitó la presencia de expertos internacionales para investigar la verdad del crimen de su hija en la institución policial, a donde fue a visitar a su esposo, el teniente Germán Cáceres, ahora prófugo de la justicia.
Este viernes también se conoció que el gobierno de Ecuador pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con “observancia y asesoramiento” en la investigación de este homicidio, “a fin de garantizar la verdad”,
La fiscalía anunció que una comisión internacional llegará el lunes desde Colombia, integrada por un fiscal, un técnico criminalístico y un perito civil, para intervenir en el proceso de investigación, lo que, dijo, “permitirá continuar con un proceso objetivo y transparente”.
Virgilio Saquicela, presidente de la Asamblea Nacional, convocó para el miércoles 28 a comparecer en la sesión 800 del Pleno a varias autoridades, entre ellas al ministro del Interior, a quien el presidente ya solicitó su dimisión.