Guadalajara, Jal. El hombre creador y rebelde, que corona la cúpula del paraninfo de la Universidad de Guadalajara y fue pintada por José Clemente Orozco, sufrió diez fisuras leves por el temblor del pasado 19 de septiembre, lo que requerirá el apoyo de profesionales de restauración del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
Después de una inspección detallada se encontró que es la única afectación en el edificio ubicado sobre las avenidas Juárez y Enrique Díaz de León, ya que no hay riesgos estructurales ni para los visitantes.
“Dichas fisuras están sobre trabajos de restauración anteriores, las cuales son únicamente en el mural, ya que el edificio no presenta daños estructurales y no existen riesgos en la utilización del espacio”, informó el coordinador de Servicios Generales de la UdeG, Esteban Segura Estrada.
Los desprendimientos se encuentran sobre todo en los ejes de las vigas que sustentan el plafón del mural, ubicado en la bóveda del inmueble, y se elabora un reporte especial dirigido al personal del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, dependiente del INBAL, para que acuda a realizar un análisis in situ.
“En esa instancia están las personas autorizadas para intervenir este tipo de murales. Estamos solicitando que venga un restaurador para evaluar los daños y su posible restauración”, agregó Segura Estrada.
A raíz de las réplicas del sismo, tanto el martes al mediodía como la madrugada de este jueves, las fisuras en la cúpula aumentaron su tamaño, pero han quedado restringidas a esa obra y no al otro mural, El pueblo y sus falsos líderes.
Se anticipó que una vez que se que se haga el análisis de los daños el recinto será cerrado para la colocación de andamios necesarios para intervenir el mural, pero eso dependerá de cuándo el INBAL considere realizar la restauración.
En 2017 El hombre creador y rebelde y El pueblo y sus falsos líderes fueron restaurados y quedaron listos para su exhibición, tras varios meses de trabajo luego del sismo de mayo de 2016 que dejó grietas en ambos murales.
En esa ocasión los trabajos tuvieron una duración de cinco meses iniciados en enero y participó en la restauración personal del INBAL y de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente con una inversión de 1.7 millones de pesos.
Ambos murales del pintor originario de Zapotlán el Grande fueron creados en 1937 con la técnica del fresco, que consiste en pigmentos de origen mineral aplicados sobre un revoque húmedo de cal y arena. Su mezcla fue una proporción de dos partes de arena de río por una y media de cal viva en piedra.
Dicha técnica obligaba a Orozco a pintar por secciones enteras cada jornada, debido al secado rápido de la mezcla.
El Cabañas, sin daños
En tanto la serie muralística de Orozco en el Instituto Cultural Cabañas en la capilla y cúpula del inmueble, fue reportada sin daños.
Tanto la capilla Tolsá como la cúpula del instituto incluyen mil 200 metros cuadrados de murales del pintor zapotlense, creados entre 1937 y 1939 con un total de 57 obras que incluyen a El hombre en llamas, la más representativa de la colección, además de otras pintadas en los muros como La conquista, El hombre en su afán de superación o La humanidad.
El gobierno estatal informó que se realizó una “exhaustiva revisión del edificio” y se llegó a la conclusión que el sitio no sufrió daño alguno ni estructural ni en los murales por causa de los recientes temblores.
El inmueble, que fue construido en 1810 y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, se encuentra en funcionamiento habitual recibiendo al público en sus horarios normales de martes a domingo de 11 a 17 horas, con la programación de sus actividades y exposiciones completa.