En las instalaciones concesionadas a una cadena de cines privada, que ocupó hasta agosto pasado, la Secretaría de Cultura (SC) federal abrirá al público en el primer trimestre de 2023 una nueva sede de la Cineteca Nacional, cuyo nombre será Cineteca de las Artes, debido al término del contrato de operación de esta infraestructura con esa empresa.
Así lo dio a conocer la SC mediante un comunicado, en el cual explicó que ese conjunto de multicinemas “incluye 12 salas de exhibición, equipamiento e infraestructura, en un total de 4 mil 945 metros cuadrados, espacio del que ahora se hará cargo el Fideicomiso para la Cineteca Nacional, tanto de su administración y operación, así como de sus áreas conexas de servicios”.
La Cineteca Nacional “promoverá la exhibición de cine de calidad, de producción nacional y extranjera, la promoción y difusión de la cultura cinematográfica de la población, con una perspectiva incluyente que promueva la diversidad y pluralidad temática, artística y técnica, tanto con exhibiciones cinematográficas, eventos educativos y culturales, como con vínculos de colaboración con instituciones y empresas, mismos que le permitan cumplir con sus objetivos institucionales”.
La SC recordó que el Centro Nacional de las Artes (Cenart), tiene una superficie total de 119 mil 972 metros cuadrados, “y las instalaciones del complejo de cines se encuentran dentro de los bienes sujetos al régimen de dominio público de la Federación”.
La obra arquitectónica “se realizó bajo los términos del contrato de fecha 17 de marzo de 1994 por el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras) y una cadena de cines privada. El 6 de diciembre de 2006 se celebró un contrato de donación entre Banobras y el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales para transmitir toda la propiedad a la Federación.
“El 25 de marzo de 2009 se destinó el inmueble a la Secretaría de Educación Pública, mismo que, con la creación de la Secretaría de Cultura federal, pasó a formar parte de los bienes de su administración.
“En 1995 se otorgó a una empresa privada una concesión para usar y explotar comercialmente el conjunto de salas cinematográficas y su equipamiento por un periodo de 15 años, más 12 años bajo una concesión, mismos que a la fecha han quedado satisfechos.”