Sídney. Unas 230 ballenas pilotos fueron encontradas varadas ayer en la costa occidental de Tasmania, en Australia, y sólo la mitad parecían estar vivas, indicaron las autoridades. Esto ocurre dos días después de que aparecieron 14 cachalotes muertos en una isla cerca de la costa noroeste de ese estado.
El Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente precisó que los cetáceos están cerca del puerto de Macquarie. “Parece que la mitad de los animales están vivos”.
Las ballenas quedaron varadas justo dos años después del mayor incidente de este tipo en la historia de Australia, descubierto en la misma zona.
Unas 470 ballenas piloto de aleta larga, o calderones comunes, aparecieron atascadas en bancos de arena al oeste de la costa de Tasmania. Tras una semana de esfuerzos, 111 fueron rescatadas, pero las demás murieron.
La entrada a ese puerto es un canal peligroso y poco profundo, conocido como Hell’s Gate.
Linton Kringle, piscicultor de salmón en la zona, ayudó en las labores de rescate de 2020. Señaló que la nueva operación podría resultar más difícil.
“La última vez estaban en el puerto y es bastante tranquilo, y en cierto modo podíamos lidiar con ellas y llevar los barcos hasta donde están”, explicó a la Australian Broadcasting Corp.
“Pero en la playa, no se puede meter un barco; es poco profundo. Creo que habría que intentar subirlas a un vehículo si no podemos sacarlas nadando”, añadió Kringle.
Las imágenes aéreas mostraron una escena devastadora de decenas de cetáceos negros tendidos a lo largo de una playa donde el agua helada del sur se encuentra con la arena.
Grupos de lugareños cubrieron a las supervivientes con mantas y las rociaron con cubos de agua para mantenerlas con vida, mientras otras intentaban liberarse en vano. Más allá, muchas yacían muertas.
Rescatista echa agua a un sobreviviente. Foto Ap
Las autoridades anunciaron que expertos en conservación marina y personal con equipo de rescate de ballenas se dirigen al sitio.
Tratarán de devolver al agua a las que estén lo suficientemente fuertes para sobrevivir, y probablemente remolquen los cadáveres mar adentro para evitar atraer tiburones a la zona.
Las causas de los varamientos masivos no son plenamente conocidas. Científicos han sugerido que podrían ser provocados por manadas que se desvían después de alimentarse demasiado cerca de la costa.
Las ballenas pilotos son altamente sociables y suelen seguir a sus compañeros de manada que se aventuran a situaciones de peligro.
A veces ocurre cuando ballenas viejas, enfermas o heridas nadan hasta la orilla y otros miembros de la manada las siguen, intentando responder a las señales de socorro de la ballena que se ha quedado varada.
Otras se confunden y creen que están en aguas abiertas al oír los sonar de alta frecuencia, cuando en realidad se encuentran en playas con pendiente pronunciada, como ocurrió con las ballenas varadas en Tasmania.
Esta semana también se habían encontrado 14 cachalotes machos jóvenes muertos, varados en una playa remota en King Island.
La muerte de los cetáceos podría ser un caso de “desventura”, apuntó el biólogo Kris Carlyon, de la agencia ambiental del gobierno estatal, al diario local Mercury.
“Podrían haber ido a buscar comida cerca de la costa y posiblemente quedaron atrapados en una marea baja”, agregó Carlyon. “Esa es la teoría por el momento”.
En la cercana Nueva Zelanda también suelen producirse varamientos.
Allí, cerca de 300 animales quedan varados al año, según cifras oficiales. No es extraño ver grupos de 20 a 50 ballenas piloto encalladas en una playa.