Coalcomán, Mich., El miedo acecha aún a los habitantes del municipio de Coalcomán, epicentro del terremoto de magnitud 7.7 que sacudió el lunes a los estados de Michoacán, Colima y Jalisco, principalmente, y que hasta la tarde de ayer había tenido casi 900 réplicas.
“La ciudadanía tiene pavor a nuevos temblores. Estábamos afuera, nos quedamos parados y vimos cómo se movía la casa para los lados, se caían pedazos, vidrios. Ayer (lunes) vinieron autoridades, revisaron y nos dijeron que no podíamos pasar la noche ahí, que evacuáramos”, comentó Rigoberto Vega, propietario de una tienda de abarrotes.
Explicó que los pobladores de esta demarcación, enclavada en la Sierra Madre del Sur, viven ahora con temor por las réplicas que, según el Sistema Sismológico Nacional, sumaban 871 hasta las 17 horas del martes, la más intensa de magnitud 5.8.
De acuerdo con el censo que levantó el gobierno de Michoacán, hasta ahora se han detectado 3 mil 161 edificaciones perjudicadas, de las cuales 798 colapsaron en su totalidad.
Monserrat Contreras Fernández, joven residente de la colonia San Rafael, narró el terror que sintió cuando conducía su vehículo y comenzó el potente movimiento telúrico.
“Tenía dos minutos que me había salido de mi domicilio, yo estaba dentro de mi automóvil y sentía que casi se iba a voltear; me tocó ver personas llorando, gritando, corriendo. Estoy muy asustada, nerviosa, no he podido dormir”, detalló.
La mujer añadió: “Uno se siente muy mal, más por ver cómo se pierde el patrimonio de la familia, los años de trabajo de nuestros padres; se siente muy feo quedarse sin casa, así de la nada”.
Adelaida Zaragoza Meraz, ama de casa y cuya vivienda de adobe tiene severos daños estructurales, llamó a las autoridades a apoyar a los michoacanos que continúan en inmuebles que quedaron afectados, con riesgo de derrumbe por nuevos temblores.
“Vivimos un gran susto, corrimos nomás. Estaba con unas amigas al lado de donde vivo y fui por mi niño y por mi hija. Se reventó la casa, es de adobe, ya la reporté. Y pues no queda más que pedirle a Dios por todos y que el apoyo no deje de llegar. Ahorita donde yo estoy hay peligro, porque está dañada la casa y aquí sigo”, recalcó.