Las personas que fueron braceros, que hoy forman parte del Movimiento Unificado de ex braceros y el Frente Binacional de ex braceros, acordaron unirse para exigir al gobierno federal el pago que se les adeuda por décadas, correspondiente a la retención que en su momento se hizo del 10 por ciento de su sueldo, cuando formaron parte del programa que les permitió trabajar en Estados Unidos mientras transcurría la Segunda Guerra Mundial.
Anunciaron que desde el 27 de septiembre se instalarán frente a la Secretaría de Gobernación (SG) y piden un diálogo directo con el presidente López Obrador.
Advirtieron que no se moverán de ahí hasta tener una respuesta, ya que su vida se está agotando, pues la mayoría de los ex trabajadores superan los 90 años de edad y varios de ellos ya fallecieron.
En conferencia de prensa, representantes de ambas agrupaciones expresaron que tras varios años de lucha por separado, decidieron agruparse en un mismo frente para reforzar su demanda, porque “ya estamos cansados de palmaditas” y de no obtener una respuesta. Destacaron que la retención fue ilegal y que el Presidente de la República se comprometió a darles solución.
Pablo Arellano, secretario general del Movimiento Unificado de ex braceros, explicó que de acuerdo con una estimación del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, la deuda representa actualmente entre 5 y 8 billones de pesos.
Aunque estiman que a cada uno de los casi 5 millones de ex trabajadores les correspondería poco más de un millón de pesos, apuntó que no buscan poner un monto fijo, sino que éste surja del diálogo que tengan con el gobierno federal, al que le han presentado varias propuestas de pago.
Durante las últimas tres décadas, “hemos venido cientos de veces a la Ciudad de México desde todos los puntos del país y de Estados Unidos, y desgraciadamente no han tenido la disposición ni la voluntad política para resolver este adeudo del Estado mexicano”, indicaron ayer en la conferencia de prensa.
Fidel Chávez, del Frente Binacional, agregó que todavía viven más de 500 mil ex braceros que tienen entre 85 y hasta más de 100 años de edad, pero subrayaron que la exigencia de ambas agrupaciones es que el pago se haga efectivo para los hijos o esposas de quienes hayan fallecido.