Ciudad de México. América Latina y el Caribe pasan por un momento histórico importante con la llegada de gobiernos progresistas a la región, como los de México y Chile, lo que permite potenciar definitivamente la integración del continente no sólo en materia económica y comercial, sino también social, consideró la embajadora de nuestro país en la nación andina, Alicia Bárcena Ibarra.
Después de su paso exitoso al frente de la Comisión Ejecutiva para América Latina y el Caribe (Cepal) por casi 14 años, donde se centró en impulsar un modelo de desarrollo con crecimiento económico, inclusión social y respeto al medio ambiente, resaltó que a los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Boric los unen los objetivos de alcanzar una mayor igualdad, “una igualdad real y sustantiva”.
De esta manera, surge la oportunidad de avanzar en proyectos de integración para la autosuficiencia alimentaria y sanitaria, además de colaborar en temas energéticos, especialmente en materia de litio.
En entrevista con La Jornada, después de ser ratificada por unanimidad en el Senado como embajadora ante Chile, Bárcena destacó que, en lo político, considera relevante organizar para el próximo año los actos para conmemorar 50 años del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende.
Con una amplia trayectoria académica y numerosas publicaciones sobre desarrollo sostenido, políticas públicas y medio ambiente, además de desempeñar varios cargos en la Organización de Naciones Unidas y recibir doctorados honoris causa de la UNAM y otras universidades, como las de Oslo y La Habana, Alicia Bárcena se siente “muy honrada” de representar a México en uno de los países más emblemáticos del continente.
“Salvador Allende fue el primer presidente socialista en el mundo que fue electo en las urnas y ese es un hecho que hay que rescatar. El golpe de Estado que lo derrocó en septiembre de 1973 fue muy duro. Cuando se cumpla medio siglo de este suceso, uno de los desafíos y las oportunidades que veo es justamente organizar un gran evento para recordarlo”.
Sobre todo, explicó, porque la mayor diáspora de chilenos en esa época vino a México y hay una sociedad muy vinculada no sólo por los que se exiliaron –entre ellos grandes personalidades, como el doctor Moisés Eldmann–, sino también por los hijos de los exiliados que se quedaron aquí, como la cineasta Marcia Tambutti Allende, que hizo el documental Allende, mi abuelo Allende.
Están también, agregó, los que regresaron a Chile y “ahí tenemos una comunidad chileno mexicana que hay que rescatar, conmemorar y celebrar”.
Insistió que México y Chile son dos países muy cercanos, con grandes afectos. “Qué decir de la historia de Gabriela Mistral, de Pablo Neruda, para quienes México significó muchísimo.
También hay que entender, dijo, que Chile experimenta en un momento en el que se replantea su proceso constitucional, después del plebiscito del 4 de septiembre, en el cual hubo un rechazo al proyecto de Constitución que proponía la Asamblea Constituyente.
“Se ha llegado a un acuerdo bastante transversal en los últimos días, hay una nueva postura para reconfigurar la Asamblea Constituyente, que sea paritaria, que siga teniendo escaños reservados para grupos indígenas y que, sobre todo, tenga mayor participación de los parlamentarios, de los partidos políticos, pero también de los independientes.
“Se plantea una consulta amplia con el fin de que el presidente Boric logre una Constitución ampliamente apoyada por los sectores y que sustituya a la de 1980, creada durante la dictadura.”
La embajadora Bárcena consideró que México, con una amplia experiencia en esta materia, especialmente con la reciente Constitución de la Ciudad de México, puede aportar en un diálogo interparlamentario a la nueva ley suprema de Chile.
La expedición
En ambas naciones, consideró, hay visiones comunes en la agenda multilateral muy importantes, que se van a profundizar a través de la Alianza del Pacífico, de la que Chile y México son fundadores, y “se podrá explorar en conjunto un nuevo modelo de desarrollo que sea menos extractivista, más sostenible y, desde luego, que sea socialmente más igualitario”.
Una de sus propuestas, que fue recibida con gran entusiasmo por legisladoras de todas las fuerzas políticas cuando compareció la semana pasada en el Senado, fue la de organizar una expedición científico oceanográfica de México a Chile, en la que “podamos evaluar nuestra riqueza marina, el potencial de las zonas costeras, incluso llevar el programa Sembrando Vida a las costas”.
El viaje podría ser en los buques de la UNAM y el del Instituto Nacional de la Pesca. “Creo que llegó el momento de mirar al mar, porque el problema del cambio climático y la seguridad alimentaria van a tener solución en los mares y sin duda debemos potenciar nuestra colaboración en ese sentido”.
Por medio del programa Sembrando Vida, se propone que en las costas “no haya sólo pesca extractiva o de arrastre, sino que la acuacultura tome una mayor relevancia; ver cómo podemos cultivar en el mar bosques de algas, por ejemplo. Chile está muy avanzado en eso”.
La embajadora Bárcena resaltó que la expedición se complementará con aspectos culturales y se incluiría al Fondo de Cultura Económica y al Fondo Nacional de Artesanías “en un viaje de regreso de Gabriela Mistral, ya que la poetisa vino de Chile a México y nosotros volvemos a su país por el mar”.
La relación con Chile es muy productiva porque hay instrumentos multilaterales como la Alianza del Pacífico, por lo tanto es posible “mirar una convergencia de ésta con Mercosur y, desde la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, potenciar la integración regional.
“América Latina y el Caribe puede convertirse en una región autosuficiente y exportadora de alimentos, en productora de vacunas y medicamentos. Con Chile, Bolivia y Argentina, nuestro país debe intercambiar experiencias en la producción e industrialización del litio.”
La integración latinoamericana y caribeña debe seguir “y relacionarnos con mayor fuerza con socios extrarregionales, incluyendo a Estados Unidos y Canadá, China, Europa, pero siempre unidos, no fragmentados”.