Kiev. Un misil ruso golpeó ayer un edificio cerca de una central nuclear en el sur de Ucrania sin causar daños en los reactores, pero sí en otras instalaciones industriales, en lo que el operador Energoatom calificó de acto de “terrorismo nuclear”.
El misil cayó a 300 metros de la planta de Pivdennoukrainsk, también conocida como Central Nuclear de Ucrania Sur, indicó Energoatom; precisó que se rompieron más de 100 ventanas en edificios del complejo industrial.
El ministerio ruso de Defensa no hizo comentarios sobre el ataque.
Se trata de la segunda central nuclear más grande de Ucrania después de la de Zaporiyia, bajo control de tropas rusas desde marzo pasado y que ha sufrido reiterados ataques de los que ambos bandos beligerantes se culpan mutuamente.
Las fuerzas rusas atacaron otros lugares con saldo de ocho civiles muertos y 22 heridos, de acuerdo con la oficina presidencial ucrania.
Fuerzas rusas golpearon por la noche Nikopol y Marhanets, al otro lado del río Dniéper desde la central de Zaporiyia. Los proyectiles dañaron decenas de edificios y cortaron el suministro eléctrico, indicó la oficina presidencial.
También hubo ataques rusos en Kramatorsk y Toretsk, en la región oriental de Donietsk. En el poblado de Strilecha, en la región nororiental de Járkov, proyectiles rusos mataron a cuatro trabajadores e hirieron a dos pacientes cuando se intentaba evacuar un hospital siquiátrico, indicó el gobernador de Járkov, Oleh Syniehubov.
El ministerio ruso de Defensa informó que sus fuerzas destruyeron los talleres de la planta Iskra en Zaporiyia que reparaban sistemas estadunidenses de lanzacohetes Himars; en tanto, las autoridades de la autoproclamada república popular de Donietsk señalaron que al menos seis personas perecieron y 21 resultaron heridas en un ataque de Kiev.
La contraofensiva seguirá
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, prometió que no se detendrán los combates para recuperar el territorio perdido ante Rusia, y su mando militar aseguró que sus soldados avanzaron a la orilla oriental del río Oskil, amenazando a las fuerzas de ocupación rusas en el Donbás.
El cruce del Oskil es otro hito importante en la contraofensiva ucrania en la región nororiental de Járkov, ya que fluye hacia el sur del río Siversky Donietsk, que pasa justo por Lugansk, una de las dos provincias de la región del Donbás.