Pekín. China fustigó ayer las recientes afirmaciones del presidente Joe Biden, según las cuales Estados Unidos defendería Taiwán en caso de intervención china, y las consideró una “grave vulneración” de las promesas diplomáticas de Washington.
“Esto envía una mala señal de apoyo a las fuerzas separatistas de Taiwán”, declaró Mao Ning, portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.
En entrevista el pasado domingo, Biden respondió “sí” a la pregunta de si respaldaría a Taiwán en caso de “un ataque sin precedente”.
Un portavoz de la Casa Blanca afirmó después a la agencia de noticias Afp que la política estadunidense respecto de Taiwán “no ha cambiado”.
China considera que Taiwán, con 23 millones de habitantes, es una de sus provincias.
En entrevista para el programa 60 Minutos, de la cadena CBS, Biden aseguró que Estados Unidos no está “alentando” a la isla a declarar su independencia.
Estas afirmaciones del mandatario estadunidense son “una vulneración del compromiso importante de Estados Unidos a no apoyar la independencia de Taiwán”, señaló la portavoz Mao Ning.
En Taiwán, los comentarios de Biden fueron recibidos con satisfacción por el ministerio de Relaciones Exteriores, que expresó su sincera gratitud.
Ante la expansión militar y las acciones provocadoras de China, nuestro gobierno continuará reforzando sus capacidades de autodefensa, subrayó en un comunicado.
Biden ya había afirmado en mayo que Estados Unidos intervendría militarmente para apoyar a Taiwán en caso de una invasión china. Luego dio marcha atrás y dijo que seguía la política de “ambigüedad estratégica”, un concepto deliberadamente confuso que no define si intervendría o no en la defensa de la isla.
Washington rompió relaciones diplomáticas con Taipéi en 1979, pasando a reconocer a Pekín como único representante de China, que luego se convirtió en importante socio comercial. Pero al mismo tiempo Estados Unidos mantuvo un papel decisivo, aunque a veces delicado, en el apoyo a Taiwán.
En estos últimos años, no obstante, Estados Unidos y Taiwán se han acercado, lo que ha provocado que las relaciones entre Washington y Pekín sean más tensas.
El miércoles pasado un comité del Senado estadunidense dio el primer paso hacia el cambio de la política actual, al tratar de asignar directamente 4 mil 500 millones de dólares en ayuda militar durante cuatro años para Taiwán, en lugar de limitarse a seguir vendiendo armas a la isla.
A principios de agosto la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, fue considerada por Pekín una provocación.
“Estamos dispuestos a hacer los mayores y sinceros esfuerzos para ir hacia una reunificación pacífica”, subrayó ayer Mao Ning, pero aclaró: “no toleraremos ninguna actividad que busque dividir el país, y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias”.