San Cristóbal De Las Casas, Chis., La asamblea del Movimiento de Mujeres por la Defensa de la Madre Tierra y Nuestros Territorios reafirmó su decisión de articular pueblos, redes, colectivps del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, del Congreso Nacional Indígena y de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona contra la imposición de megaproyectos, la violencia, el narcotráfico, la prostitución y el alcoholismo.
Durante la reunión de dos días realizada en el domo ubicado en la cabecera municipal de Chapultenango, en el norte de la entidad, las aproximadamente 80 participantes acordaron además seguir “defendiendo a la Madre Tierra con organización y dignidad”.
En un documento difundido ayer, las asistentes, provenientes de las regiones zoque, norte-Palenque, selva, costa y Altos de Chiapas, coincidieron en que “en todos nuestros territorios está presente el crimen organizado gobernando; vemos el aumento de la venta y circulación de armas, drogadicción, prostitución y alcoholismo, en complicidad con un proceso de militarización que permite el despojo y control de nuestros territorios”.
Advirtieron que defenderán “a nuestra Madre Tierra del mal llamado Tren Maya, de los proyectos de hidrocarburos y geoparques, del gasoducto y de los agrotóxicos, del acaparamiento y la contaminación del agua”.
Gobierno, cómplice en el despojo de tierras, acusan
En el documento se acotó que representantes de las etnias tsotsil y tseltal, originarias de los Altos, informaron de la proliferación de “cantinas, drogas y armas. Hay constantes desplazamientos de grupos armados en vehículos, aumento de la migración de jóvenes, y los que se quedan en nuestras comunidades ya no respetan a las mujeres ni a las personas mayores”.
En los Altos “las mujeres no somos tomadas en cuenta, no respetan nuestros derechos; principalmente existe desprecio hacia las viudas y madres solteras. Los usos y costumbres de la comunidad nos violentan y despojan de nuestras tierras sin tomar en cuenta que la Tierra nos da vida y de ella nos alimentamos”.
Expresaron que en San Cristóbal “se viven despojos mediante la invasión de tierras provocada por grupos armados con la complicidad de funcionarios de gobierno y empresarios hoteleros, quienes acaparan el agua a través de la destrucción de humedales de montaña y ciénegas. Hay varios grupos de jóvenes armados llamados motonetos, que hacen de las balaceras algo cotidiano y ponen en tensión la vida diaria de mujeres, niños y niñas. Hay más presencia de la Guardia Nacional, pero se hace la que no ve ni escucha”.
Mujeres de la zona norte-Palenque manifestaron: “Con la construcción del mal llamado Tren Maya se ha incrementado el desmonte y la destrucción de cerros, la contaminación del agua y el despojo y desplazamiento de comunidades. Se hace presente la mercantilización de la cultura maya, favoreciendo a la iniciativa privada empresarial.
“Se está incrementando la prostitución y es visible la migración. Han aparecido grupos de motonetos vinculados al crimen organizado que están cometiendo asesinatos. La Guardia Nacional simula su función y con su presencia genera terror entre la población.”
En la costa persiste la “amenaza de construcción del gasoducto del proyecto interoceánico de Oaxaca, que llegará hasta Guatemala; la construcción de megautopistas en conexión con el Tren Maya y el Tren Interoceánico, incremento de proyectos mineros, venta de tierras a especuladores para proyectos hoteleros, desaparición de niñas, jóvenes y adultas, cuyos casos se convierten en feminicidios y trata de personas”.
Expusieron que la zona zoque, “por ser cabeza de cuenca, está siendo amenazada por los megaproyectos relacionados con minería, hidroeléctricas, geotermia y explotación de hidrocarburos. Estamos convencidas del nexo de intereses corporativos, de la Comisión Federal de Electricidad e instituciones del mal gobierno con el crimen organizado para la ejecución de proyectos. Un ejemplo es el Estudio para la Gestión Integral de las Cuencas, que representa el despojo y la destrucción de nuestras tierras.
“Otro ejemplo es el caso del poblado El Platanar, ‘territorio de sacrificio’ donde provocaron un derrame de hidrocarburos que afecta al río Grijalva debido a la negligencia de Petróleos Mexicanos y la complicidad del gobierno, lo que ocasionó desplazamiento forzado y que 5 mil habitantes no tengan agua potable.”