Como no tienen nada qué hacer ni qué proponer, los voceros de la oposición se afanan en distorsionar los proyectos, programas y pronunciamientos del gobierno federal, y el recién anunciado plan que México presentará ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) no es la excepción. Para ellos, “detener la guerra en Ucrania para lograr hacia adelante una tregua de al menos cinco años en pro de la paz entre las naciones, para dedicar todo ese tiempo a enfrentar los grandes y graves problemas económicos y sociales que aquejan y atormentan a los pueblos del mundo” es igual a ser “prorruso”.
Ya se pronunció el vocero del payasito de la tele en Ucrania, y los de aquí, igual de bufones, se suben a la diatriba y, sin conocer dicho plan, meten el acelerador siempre en su papel de lacayos, de cancerberos de los hegemónicos intereses estadunidenses, eternos impulsores de guerras aquí y allá.
En la mañanera el presidente López Obrador reiteró que hay que esperar a que Mé-xico presente su propuesta en la Asamblea General de la ONU, “pues no se conoce bien, y quienes la vieron, pues son sectarios o están a favor de una de las partes; lo que hicieron fue distorsionar el sentido de la propuesta que es buscar la paz y me pusieron de lado de Rusia”, cuando se trata de una iniciativa por la paz. El mundo no está para conflictos bélicos.
Es más de lo mismo, dice el mandatario, la catarata de mentiras y descalificaciones de quienes “defienden al gobierno de Estados Unidos en todo, hasta de manera oficiosa; inventan o les dan mal la información de las agencias y reproducen cosas que no son ciertas. Porque no crean ustedes que los que se ocupan del espionaje son infalibles, muchas veces no es inteligencia, es espionaje, y malo, entonces inventan”.
La presencia y participación de jefes de Estado y/o de gobierno comienza hoy en la Asamblea General de la ONU. En representación de México participará el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien presentará el citado plan del presidente López Obrador a la consideración de la comunidad de naciones, y nadie con un centímetro de frente puede rechazar una propuesta de paz, salvo, claro está, aquellos que en la guerra no sólo ven el fortalecimiento de su hegemonía, sino jugosísimos negocios para la industria bélica.
Hay que estar bien informados, pues de lo contrario “les ha pasado a los espías de las grandes potencias o a las agencias de éstas, a los que se dedican al espionaje, pues a veces por sus crisis económicas, políticas, que también padecen las grandes potencias hegemónicas, se desordenan todos sus sistemas de información”.
La propuesta que presentará México “conviene a todos”, porque “las guerras son lo más irracional que puede haber y siempre he dicho que la política se inventó para evitar la guerra. Entonces, ya aclaré también que no podemos estar a favor de ninguna invasión, porque hemos padecido esas calamidades y nos ha costado sangre, mártires, territorio. ¿Cómo vamos a estar a favor de las invasiones, de las intervenciones extranjeras? Claro que no”.
Sin embargo, quienes debieron evitarla, recurrir a la diplomacia, a la negociación para alcanzar acuerdos “no hicieron el trabajo político para no llegar a la guerra: los jefes de las grandes potencias, el secretario general de la ONU. No se hizo lo suficiente. Y al mismo tiempo que se le impide a Ucrania el ingreso a la OTAN, se opta por mandarles armas y por tomar medidas contra Rusia que volvieron todavía más irracional la guerra, porque es el sufrimiento de la gente, hay pérdidas de vidas humanas, son refugiados, pero, además de eso, un impacto en todo el mundo en la economía, en el bienestar de la gente. ¿Por qué no buscar alternativas para que haya una tregua?”
López Obrador puntualizó: “una cosa es la visión y los intereses de los de arriba, de las cúpulas y otra cosa el sentimiento y sufrimiento de la inmensa mayoría de los pueblos, de las naciones. Entonces, de manera muy vulgar se descalifica, una vulgaridad mental que se padece cuando no hay convicciones, cuando no hay ideales, y cuando se actúa en función de intereses políticos o económicos, todo eso se tiene que padecer en tiempos de transformación”.
Las rebanadas del pastel
Bueno, parece cachondeo. ¿Otra vez en 19 de septiembre y alrededor de las 13 horas? Ya chole, que el sistema cardiaco no da para más.