La Liga Mx informó que 37 personas fueron desalojadas por introducir objetos prohibidos, incitar el grito discriminatorio y alterar el orden durante el clásico nacional entre América y Guadalajara, el sábado por la noche en el esta-dio Azteca.
A través de un comunicado, se presentó un informe de incidencias y se ratificó que “el operativo de seguridad y cero tolerancia”, que involucró a 2 mil 500 efectivos, resultó “un buen trabajo de conjunto”, coordinado por las autoridades del club y el inmueble.
Los policías retiraron a “12 personas por introducir objetos prohibidos, 10 por incitar el grito discriminatorio contra el portero Miguel Jiménez, de Chivas, y 15 por diversas alteraciones al orden”, explicó la liga.
Sin embargo, aunque en el operativo participaron elementos de la Policía Auxiliar, seguridad privada, Protección Civil y supervisores en la periferia del inmueble, el principal grupo de animación del Rebaño logró ingresar con bengalas a la parte alta de la cabecera sur, además de mantas que mostraron cerca del final del partido.
En días previos, la liga detalló que no se permitiría la entrada a ningún grupo “que llegue al estadio en autobuses o arengando, aun si cuentan con su boleto”. Incluso, advirtió que “si a su ingreso no tienen un buen comportamiento”, serían retirados del inmueble, lo cual, según el reporte, sucedió, aunque no se observaron movilizaciones policiales en las gradas.
Sobre los pequeños brotes de violencia que se suscitaron en diferentes zonas del estadio, producto de la efervescencia del juego y el consumo de bebidas alcohólicas, no hubo reporte de detenidos ni personas lastimadas.
“La Liga Mx reitera que no se tendrá tolerancia ante conductas inapropiadas que pongan en riesgo la seguridad de los aficionados en los estadios”, agregó el documento; “hacemos un llamado a disfrutar de los partidos respetando al rival y fomentando un ambiente familiar e incluyente”.
Como parte de los esfuerzos coordinados, la Secretaría de Seguridad Ciudadana custodió la llegada del grupo de animación americanista, así como su permanencia y salida del inmueble. Lo que no pudo prever fue el retraso del autobús que transportó a los jugadores del Rebaño, el cual arribó una hora 15 minutos antes del inicio del clásico, pero fue recibido por los seguidores de las Águilas, quienes realizaron un pasillo humano a la entrada del estacionamiento.
El trayecto de los rojiblancos se vio detenido en varias ocasiones debido a insultos, cánticos y diferentes líquidos que fueron lanzados sobre las calles, provocando la intervención de los elementos de seguridad. Pese a ello, no se reportaron da-ños materiales.