Ciudad de México. Con un reconocimiento a la actitud solidaria que mostró la ciudadanía ante los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017 se llevó a cabo la sesión solemne para conmemorar esas fechas. Se guardó un minuto de silencio y uno de aplausos en recuerdo de las víctimas de esos sucesos.

GALERÍA: Remece sismo a la Ciudad de México.

Durante el acto Esperanza Villalobos Pérez, integrante del grupo parlamentario de Morena, señaló, que en los sismos tanto de 1985 como de 2017 las autoridades se vieron rebasadas por los hechos, refiriéndose en particular a los meses posteriores al ocurrido hace cinco años afirmó, que “el terremoto tiró las máscaras de quienes aprovecharon la tragedia para hacerse de fortunas o para usar a los recursos (públicos) para atender a las damnificados de manera facciosa”.

En épocas recientes, puntualizó, “…hay muchos que buscan sostener su impunidad amparados en el fuero o la influencia política…”

En 2017 “…desde la Asamblea Legislativa se fraguó un mecanismo sin precedentes para que la entonces comisión de gobierno controlara los recursos para la reconstrucción de la Ciudad de México”, agregó.

Señaló que una vez en manos de la administración pública de aquellos años, “continuó el dispendio y el saqueo de los recursos para la reconstrucción. Hoy sabemos que fueron demolidos inmuebles con un alto sobrecosto para tal acción. Ésa es una de las razones por las que el primer comisionado para la reconstrucción, Edgar Tungüi, es juzgado después de que la Interpol logró su captura, pues se le acusa de haber desviado alrededor de 40 millones de pesos que eran para la reconstrucción”.

Aquel año, indicó, “…edificios con algunos meses de entregados o en su defecto con pocos años de antigüedad colapsaron, quedaron inhabitables, desenmascarando corrupción y complicidad por parte de quienes autorizaron esos desarrollos. En aquel entonces una investigación (de un diario nacional) daba cuenta de que el 17 por ciento de los edificios declarados inhabitables en la delegación Benito Juárez, a consecuencia de sismo del 2017 eran nuevos o de muy reciente construcción”.

Al referirse al llamado cártel inmobiliario en la delegación Benito Juárez, señaló que “basta ser un poco observadores para darse cuenta de cuantos nuevos edificios han sido construidos vendidos a un precio por encima de su valor con el total consentimiento de los alcaldes”.

En su oportunidad al solicitar un minuto de aplausos por las y los héroes sin capa que apoyaron durante los sismos, así como por quienes ya no regresaron con sus familiares, la diputada María de Lourdes Paz Reyes (PT), se pronunció por otorgar de manera más rigurosa los permisos de construcción y las certificaciones a los directores responsables de obra, para evitar que continúe la corrupción, que en parte provocó el daño o colapso de edificios en ambos terremotos.

En su turno, la legisladora Tania Larios (PRI) dijo que “a pesar de contar con importantes esquemas de protección civil en la ciudad, aún hay mucho por hacer”, porque en cada siniestro debe revisarse lo que se hace bien o mal, por ello hizo hincapié en atender a “los damnificados a los que hoy no se les ha devuelto su patrimonio” e invitó a que la fraternidad del 19 de septiembre siga vigente.

El diputado Héctor Barrera Marmolejo (PAN), dijo que la sociedad es el héroe que debe ser reconocido y subrayó que, se requiere de políticas y presupuestos adecuados en materia de protección civil y gestión integral de riesgos, así como tomar con seriedad los simulacros y los mecanismos para salvaguardar la vida.

Al iniciar la ronda de posicionamientos, el diputado Royfid Torres González (Asociación Política Ciudadana) reconoció la valentía, la generosidad de quienes salieron a las calles a ayudar, a guardar silencio para encontrar vida; sin embargo, aún hay pendientes por cumplir, pues “muchas chilangas y chilangos siguen sin techo”.

En tanto, la congresista Elizabeth Mateos Hernández (Asociación Política Mujeres Demócratas) resaltó que, para el país, estar ubicado entre cinco placas tectónicas demanda especial atención y representa un reto para las y los mexicanos, por ello, subrayó que es responsabilidad de la sociedad prepararse para futuros sismos de gran magnitud.