En todos los países donde hay crecimiento rápido prospera la serpiente de la corrupción. En la Nueva España era un fenómeno frecuente. Se tomaron ciertas medidas como el juicio de residencia para contenerlo, pero era muy difícil que se castigara a los poderosos.
En México, quizás en el tiempo de los liberales románticos, el fenómeno de la corrupción se redujo, pero durante el Porfiriato y la Revolución renació con verdadero furor. En la posrevolución, el fenómeno llegó a convertirse en el problema que degradaría al sistema, a tal punto que podía identificarse como el sistema mismo, como dijo Gabriel Zaid. Así, se extendió la conciencia de que mientras subsistieran los abusos del poder, México no podría prosperar. El esfuerzo más publicitado del combate a la corrupción fue la campaña de Renovación Moral emprendida por Miguel de la Madrid, que fracasó rotundamente.
El actual gobierno hizo de la lucha contra la corrupción su principal bandera. Parece que esto se ha logrado en los niveles más altos de la administración, donde el Presidente puede ejercer una vigilancia personal, pero en los niveles inferiores, ¿hasta qué punto ha subsistido?
Algunos de los casos más graves han sido denunciados y los supuestos autores sometidos a proceso, como en el desvío de 2 mil 500 millones de pesos de la extinta Policía Federal; un desfalco en Segalmex que puede llegar a 9 mil 500 millones de pesos; la estafa maestra, que implicó un desvío de más de 7 mil millones de pesos; los casos Odebrecht, OHL Altos Hornos de México y la llamada Operación Safiro.
Durante este gobierno se han recibido 3 mil denuncias en la Fiscalía Especializada en materia de Combate a la Corrupción. Las denuncias contra miembros del actual gobierno son numerosas, pero la mayoría han resultado inconsistentes, como las presentadas contra la Fiscalía General de la República y familiares del Presidente, la supuesta corrupción de los servidores de la nación en la entrega de programas sociales y la compra de vacunas contra el covid-19.
Es de suponerse y de desearse un informe completo y objetivo de la forma en que el gobierno ha intentado atacar la corrupción. El fenómeno tendrá que ser afrontado y resuelto por varias generaciones futuras.