Teherán. Las fuerzas de seguridad dispersaron ayer con gas lacrimógeno una manifestación en el noroeste del Irán tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, detenida en Teherán el martes pasado por la policía de la moral, encargada de hacer cumplir las estrictas reglas de indumentaria femenina, entre ellas el uso del hiyab.
Videos en las redes sociales mostraban a manifestantes gritando consignas antigubernamentales tras reunirse en Saqez, la ciudad natal de Amini, procedentes de ciudades cercanas de la provincia del Kurdistán. La multitud coreaba “Muerte al dictador”, en referencia al líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei.
La televisión estatal anunció el viernes la muerte tras permanecer tres días en coma. El sábado fue inhumada en su ciudad natal, en la provincia de Kurdistán, informó la agencia Fars.
El medio de comunicación oficial mostró un video en el que se ve una sala, en una comisaría, donde aparecen numerosas mujeres. Una de ellas, presentada como Amini, se levanta para discutir con una “institutriz” y después se desploma. La policía de Teherán confirmó el viernes el fallecimiento de Amini y aseguró que “no hubo contacto físico” entre los agentes y la mujer. El presidente, Ebrahim Raisi, encargó al ministro del Interior investigar el caso.
El ayatolá Alí Jamenei, de 83 años, atendió a ciudadanos, en su primera aparición pública desde una cirugía en agosto.