Londres. Decenas de personas se manifestaron ayer frente la sede de Scotland Yard para reclamar “justicia” tras la muerte del afrodescendiente Chris Kaba, de 24 años, por disparos de un agente el pasado día 5, hecho que reavivó el debate sobre el racismo.
Kaba, quien no estaba armado, murió en el suroeste de Londres cuando el coche que conducía era perseguido por una patrulla. Su familia pidió una investigación por asesinato.
Según la policía, la matrícula del auto fue relacionada por una cámara con un incidente con armas de fuego.
El agente que disparó fue suspendido y la policía abrió una investigación por “homicidio”. La familia criticó el tiempo que las pesquisas podrían demorarse, hasta nueve meses.