Ciudad de México. Al asumirse como el “movimiento más importante” en la historia del país, el partido Morena inició su tercer congreso nacional con el propósito de modificar sus documentos básicos (estatutos, declaración de principios y programa) y elegir a su consejo nacional y las carteras del Comité Ejecutivo Nacional, excepto en este último la presidencia y la secretaria general.
A la carpa monumental en la explanada del autódromo Hermanos Rodríguez -rentada a la empresa organizadora de eventos masivos OCESA- se presentaron 2836 consejeras y consejeros de Morena (de un total de 3134 inscritos) decenas de invitados especiales, gobernadores, funcionarios federales, diputados y senadores.
Entre el gentío que acudió a la cita “histórica” en la Magdalena Mixhuca, brilló la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien para avanzar por un pasillo tardó poco más de veinte minutos, ante la inumerable solicitud de fotos y abrazos de sus aportadores y simpatizantes. Rendidos le gritaba ¡presidenta, presidenta, presidenta!, y a lo lejos ya le esperaba otro coro de respaldo: ¡Claudia, Claudia, Claudia!”
Esas expresiones opacaron a las que se dejaron escuchar para el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, sobre quien también se dejó sentir un abucheo, que en un momento hizo medir entre los presentes, de qué lado se inclina la balanza en el proceso abierto para colocar a su candidata o candidato presidencial rumbo a sucesión en 2024.
De ahí, la presencia de personajes se desgranó entre Rosa Icela Rodríguez, Clara Brugada, Paco Ignacio Taibo, Leticia Ramírez, Salomón Jara, Jesús Ramírez, Layda Sansores, Rafael Barajas, Pedro Miguel Rutilio Escandón, Lorena Cuéllar, Ariadna Montiel, Indira Vizcaíno, Alfonso Durazo, Miguel Torruco, Miguel Ángel Navarro, Julio Menchaca, Horacio Duarte, entre otros.
Horas antes, a las ocho de la mañana, algunos gobernadores desayunaron en el hotel Fiesta Americana frente al aeropuerto internacional Benito Juárez, y de ahí se dirigieron a la explanada del autódromo.
Así, con un retraso de una hora y cuarto, los morenistas iniciaron su congreso. Con la experiencia de OCESA: el manejo de pantallas, drones, vigilancia de espacios y accesos, se desplegó el encuentro morenista. Se reprodujeron videos con los ex presidentes José Mujica (Uruguay) y Evo Morales (Bolivia), uno más producido por Epigmenio Ibarra, donde aparece como actor principal Andrés Manuel López Obrador, lo que atrajo aplausos y la ovación de los presentes.
Así, tras un mensaje de Bertha Luján, acompañado de una propuesta por escrito para modificar algunos aspectos de los documentos básicos, tocó al actual dirigente de los morenistas, Mario Delgado leer con ahínco y en ocasiones con teatralidad, el discurso inicial. Fue más una proclama política que una postura de fondo con la vista puesta en actualizar a ese partido.
Instalado en un largo templete, con Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López a los costados, el colimense expuso que el partido guinda pretende “una patria nueva, la revolución de la honestidad que encabeza nuestro presidente se ha convertido en un referente de esperanza en América Latina, y nos ha ganado el respeto de todos, con esa autoridad que se ha ganado, ayer nos recordaba nuestro presidente que la política es el único instrumento contra la guerra.”
De esa forma adujo que “Morena es el movimiento más importante en la historia de este país, también refrendamos en el 2021 la mayoría en la Cámara de Diputados, en 20 congresos locales en impulsamos la construcción de una democracia participativa con los ejercicios inéditos popular y de revocación de mandato en los últimos, los últimos tres meses con la participación democrática de más de dos millones y medio simpatizantes renovamos todas las diligencias y consejos estatales.”
Y pondero la participación de los que acudieron a su evento, “gracias al apoyo, gracias al apoyo de muchos de ustedes, pero especialmente de los compañeros Pedro Miguel y Rafael Barajas, hoy presentan una propuesta, una nueva versión del programa de lucha y la declaración de principios, acorde a la nueva realidad que vivimos, necesitamos evolucionar. No nos apolillemos, proponen la renovación para que sea un instrumento, un partido, pero que no pierda contrario fortalezca sus principios.”
Elevando la voz, leyendo frases cortas, Delgado les dijo a sus correligionarios que restan dos años para mantenerse en compañía del presidente Andrés Manuel López Obrador, y por eso “no podemos confiarnos, el desafío el desafío muy grandes porque después de 2024, ya no estará en la conducción directa, por lo tanto la trascendencia de su gran obra en favor de México dependerá entonces de nosotros de todas de todas y de millones en todo el país, la capacidad de construir un partido instrumento de lucha del pueblo.
“Para lograr esta trascendencia el ejemplo de Andrés Manuel López Obrador, para que la transformación dure y jamás se apague se llama, que nunca nos gane la indiferencia desigualdad y la pobreza, la violencia contra las mujeres sangre, violencia, y la búsqueda de la paz.
Renunciamos a la dictadura del ego, amor no el odio, que renovemos los abrazos”.