Edgarton. Decenas de migrantes, en su mayoría venezolanos, enviados en avión a Martha’s Vineyard por órdenes del gobernador de Florida, Ron DeSantis, fueron trasladados a albergues en una base militar en Cabo Cod, informó el gobernador de Massachusetts, el republicano Charlie Baker.
Baker elogió a los residentes y autoridades en Martha’s Vineyard –una acaudalada isla de Massachusetts–por atender a casi 50 inmigrantes tras su inesperado arribo, antier, pero agregó que el pequeño lugar carece de los recursos necesarios para albergarlos a largo plazo. Agregó que el traslado sería voluntario.
En la base conjunta de Cabo Cod fueron alojados en dormitorios y recibieron comida y servicios, señaló Baker. Se les dio hospedaje separado y las autoridades no han dicho qué sucederá con quienes opten por no ir a la base militar.
La Agencia de Manejo de Emergencias de Massachusetts e integrantes de la Guardia Nacional se coordinaron para atenderlos. A su arribo a Martha’s Vineyard –donde el ex presidente Barack Obama tiene una casa– se les proporcionó atención médica e información sobre en qué sitios encontrar trabajo.
“Estamos agradecidos con provedores, voluntarios y funcionarios locales que en los últimos días dieron pasos en Vineyard para ofrecer servicios inmediatos a esas personas”, afirmó Baker en una declaración enviada a reporteros.
DeSantis dijo que los vuelos a Martha’s Vineyard forman parte de una iniciativa para “transportar inmigrantes ilegales a destinos santuario”.
La legislatura de Florida asignó 12 millones de dólares para trasladar a “extranjeros no autorizados” fuera del estado.
Los gobernadores de Texas y Arizona han mandado a miles en autobuses a Nueva York, Chicago y Washington en los últimos meses, pero las acciones más recientes –que incluyeron dos vuelos el miércoles a Martha’s Vineyard pagados por Florida– alcanzaron el nuevo nivel de un teatro político que los detractores calificaron de inhumano.
En tanto, unas 100 personas procedentes de la frontera sur de Estados Unidos fueron enviadas por el muy conservador gobernador republicano de Texas, Greg Abbott –quien está en campaña por su relección–, cerca de la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris, en Washington, como parte de la disputa en torno a las políticas de inmigración.
Los dos autobuses que salieron de Texas y llegaron a primeras horas del jueves frente a la residencia de Harris, en el Observatorio Naval de Estados Unidos, trasladaron a más de 100 personas de Colombia, Cuba, Guyana, Nicaragua, Panamá y Venezuela.
“La vicepresidenta Harris afirma que nuestra frontera es ‘segura’ y niega que haya una crisis. Estamos enviando migrantes a su patio trasero para instar a la administración de Biden a que haga su trabajo y asegure la frontera”, tuiteó Abbott.
La Casa Blanca tildó de “vergonzosa y cruel” la decisión de los republicanos de trasladar extranjeros en autobús y avión a Washington y a Martha’s Vineyard.
“Los republicanos hacen maniobras políticas con seres humanos, se sirven de ellos como peones, está mal lo que hacen. Es antiestadunidense. Es irresponsable”, denunció Biden la noche del jueves al margen de una gala del Congressional Hispanic Caucus Institute.