Tijuana, BC. La disputa por el control del muro fronterizo México-Estados Unidos entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa, que lo mismo trafican drogas, armas o personas, dejó un muerto en suelo mexicano y tres heridos del lado estadunidense, luego de un enfrentamiento armado frente a la valla de nueve metros de alto, un par de kilómetros adelante de la garita de Otay.
La agresión armada se cometió el jueves anterior, en un paraje cercano a la frontera con el condado de San Diego, enlas inmediaciones del kilómetro 145 de la autopista Mexicali-Tijuana.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos (sector San Diego) llamó al 911 mexicano para reportar que localizó a tres personas heridas por arma de fuego a unos metros del muro, quienes dijeron que había una cuarta persona baleada en territorio mexicano.
Personal del Grupo Beta se movilizó hacia la misma zona, del lado mexicano, y localizaron el cuerpo de un hombre con nueve impactos de bala, refirió un reporte preliminar de la Agencia Estatal de Investigación de Baja California.
El enfrentamiento armado se suscitó por la madrugada “entre dos grupos delictivos; al parecer hay más personas sin vida, pues en Estados Unidos fue reportada otra persona como no localizada.
“Es un área sumamente peligrosa, hay una pelea por el control de la zona para el pase de drogas, de personas… sabemos que es unadisputa entre los cárteles Jalisco y de Sinaloa”, informó Ángel Moreno, vocero de la Patrulla Fronteriza en el sector San Diego.
En un recorrido por la zona del en-frentamiento –poco después de que los tres heridos fueron recogidos– y aún con un helicóptero sobrevolándo el área, el funcionario de Estados Unidos precisó que en las últimas semanas una unidad de enlace internacional que trabaja de manera conjunta, donde participan varias dependencias mexicanas y la Guardia Nacional, ha realizado arrestos, decomiso de armas y de radios encriptados en esta franja del muro.
Migrantes pagan “derecho de piso” a grupos criminales
Añadió que los migrantes que “se rinden” –así se refiere a los grupos cada vez más numerosos que atraviesan el muro y se sientan a esperar a la policía fronteriza, no intentan correr para perderse en territorio estadunidense– están pagando “derecho de piso” a los grupos criminales.
“Ellos (los migrantes) nos dicen que les cobran entre 100 y 200 dólares por persona sólo por permitirles pasar, por no golpearlos o asaltarlos”, detalló Moreno.
El paisaje del lado estadunidense es el semidesierto. Lomas pelonas, apenas unos matorrales cada tanto. Para ellos, nos explica el oficial, es el área de Chula Vista. Del lado mexicano estamos a la altura de la caseta Tijuana-Tecate. Muy cerca de la colonia Nido de Las Águilas, una zona que ha sido históricamente un cruce de migrantes.
La disputa de los grupos delincuenciales por el control del muro y de la ciudad de Tijuana está a la vista; ocho, 10, 13 muertos diarios, algunos de ellos con los respectivos mensajes. Ángel Moreno destacó que los “avisos” que se dejan en los cuerpos abandonados por los grupos criminales –algunos en narcomantas– son muy ilustrativos. El pasado miércoles uno de los cárteles colocó en las inmediaciones del aeropuerto de Tijuana un mensaje diciendo a las autoridades de migración y a todos aquellos que tienen relación con la terminal aeroportuaria que el negocio de la “droga y pollos” es suyo.
(Con información de Antonio Heras, corresponsal )