Con servicios en las áreas de emergencias, endoscopía y consulta externa comenzará, en una primera etapa, la atención en el nuevo Hospital General de Cuajimalpa –que sustituirá al materno infantil colapsado hace siete años tras la explosión de una pipa– y que será inaugurado el miércoles 21 de septiembre.
El inmueble cuenta con sótano, planta baja, primer nivel y azotea con helipuerto para ambulancias aéreas, así como medidas de seguridad especiales, como sensores en la cocina que miden la concentración de gas, y 362 detectores de humo.
En un recorrido por las instalaciones, el doctor Ernesto Tapia Ortega, asistente de la dirección general, explicó que el anterior nosocomio sólo tenía 19 camas censables, dos quirófanos y la sala de expulsión, pero ahora se dará atención de segundo nivel con cuatro especialidades: cirugía general, ginecología y ginecobstetricia, medicina interna y pediatría en beneficio de 200 mil personas de la alcaldía Cuajimalpa.
Destacó que además de estar equipado con tecnología de punta, una de las ventajas es que contará con servicio de geriatría y gerontología, que si bien está garantizado para los adultos mayores con seguridad social, no es así en la población abierta, pues sólo hay una clínica especializada en el oriente de la ciudad, lo que implica muchas dificultades para quienes se tienen que desplazar hasta allá.
Con una inversión de 450 millones de pesos, el complejo fue construido por la Secretaría de la Defensa Nacional en el pueblo de Contadero, en el mismo sitio donde se encontraba el Hospital Materno Infantil, luego de años de litigio por el amparo que obtuvo un grupo de vecinos que pedían se edificara en otro sitio.
Miriam Alcántara, enfermera del área quirúrgica, detalló que 120 trabajadores regresarán al nosocomio, de los cuales 60 son sus compañeras, que ya se capacitan en las nuevas áreas de especialización.
“La infraestructura es hermosa; ahorita estamos con la integración biomédica, que es de punta, hay ventiladores que no pensábamos ver y estamos asistiendo a la capacitación de monitores. Vamos a tener todo el equipo nuevo.”
Xóchitl Escobar, habitante de Contadero, señaló que es un inmueble que hacía falta a la comunidad, pues en la alcaldía sólo cuentan con un centro de salud y los consultorios de las farmacias. “En la pandemia lo padecimos mucho, mis papás se enfermaron y resultó muy caro porque tuvimos que ir a un hospital privado”.
Con la inauguración de este lugar también empezará la inclusión de la Ciudad de México en el proceso de federalización de la salud.