Más de 50 piezas arqueológicas fueron entregadas de manera formal este miércoles por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a la Secretaría de Cultura (SC) federal, por conducto del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Provienen de recuperaciones hechas por las embajadas y consulados de México en el exterior y, de conformidad con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, forman parte del patrimonio cultural del país. Ahora quedarán bajo el resguardo del INAH para su análisis, cuidado, conservación y difusión.
En un comunicado conjunto emitido por esas tres instancias, se consigna que los dictámenes realizados por especialistas del INAH confirman que se trata de piezas pertenecientes a diferentes culturas de distintos periodos de la época prehispánica, las cuales fueron restituidas de forma voluntaria a las embajadas de México en Austria, Canadá y Suecia, así como a los consulados de México en Vancouver, Canadá, y Albuquerque, Estados Unidos, por ciudadanos residentes en dichas localidades.
En particular, destacan una urna de origen zapoteco que, según el dictamen del INAH, fue elaborada entre los años 600 y 900 de nuestra era, y un fragmento de columna sustraído de la estructura arquitectónica conocida como El Palacio, en el sitio arqueológico de Santa Rosa Xtampak, en el municipio de Hopelchén, Campeche.
Agradecimiento a los ciudadanos responsables
El gobierno de México agradeció “a los ciudadanos que responsablemente han hecho las devoluciones voluntarias” y recordó que “las piezas arqueológicas son bienes de la nación que no pueden estar en el mercado, ya que son testimonios de los pueblos que los elaboraron y utilizaron. Cada objeto nos cuenta una historia que nos ayuda a entender nuestra identidad como nación”.
Las mencionadas dependencias recordaron que esta entrega “se enmarca en los esfuerzos del gobierno de México por la recuperación de su patrimonio cultural sustraído del país de manera ilícita y es producto de la concientización en torno al valor de éste y que se ha fortalecido a través de la campaña #MiPatrimonioNoSeVende”.
De acuerdo con un dictamen preliminar realizado por el INAH, ese conjunto de bienes arqueológicos data del periodo Posclásico Tardío (900-1600 dC) y está asociado con grupos humanos de las culturas del desierto, los cuales se asentaron en los territorios que hoy ocupan las entidades del norte de México y del sur de Estados Unidos.
Dicho lote estaba conformado por puntas de proyectil, cuchillos de pedernal, artefactos de concha y hueso, así como fósiles marinos y elementos orgánicos. Fue decomisado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos y posteriormente entregado al consulado de México en Portland, Oregón.