Ciudad de México. La reforma al artículo quinto transitorio de la Constitución, aprobada este 14 de septiembre de 2022 por la mayoría de la Cámara de Diputados, “es una reforma condenable en el fondo, pero también en la forma, porque fue propuesta y votada por la mayoría de los diputados priístas en una evidente complicidad con Morena; claudicando y contradiciéndose a lo que reiteradamente la dirigencia nacional de este partido y sus legisladores habían pronunciado al respecto de la peligrosa militarización y la fallida estrategia de los abrazos”, respondieron las dirigencias del PAN y del PRD.
Por medio de un comunicado conjunto, tanto Marko Cortés como Jesús Zambrano, quienes dirigen a esos partidos, mantuvieron el tono amenazante contra el priísmo, no obstante, continúan en la definición sobre el futuro o no de la coalición Va por México, junto al PRI.
Ahora utilizaron el calificativo de condenable, al endosarlo a la reforma aprobada en San Lázaro y de paso al gobierno federal: “una reforma condenable (que) extiende por 9 años la fallida estrategia de seguridad y de militarización que quiere imponer -más allá de su mandato- este gobierno autocrático, poniendo en gravísimo riesgo nuestro sistema democrático, el respeto a los derechos humanos y colocando a nuestro país al borde de la dictadura.
“La dirigencia nacional del PRI y la mayoría de los diputados priistas han faltado a la palabra, a los compromisos firmados y les han dado la espalda a las y los ciudadanos que en las elecciones de 2021 votaron por ellos, precisamente para que impidieran este tipo de reformas antidemocráticas, atentatorias contra las libertades y los derechos humanos.”
Los dos partidos, que respondieron al llamado del PRI para conformar la Coalición Va por México, expusieron una serie de argumentos políticos, sin aportar una propuesta concreta al grave problema de la inseguridad en todo el país: “Por supuesto que a todos nos preocupa la creciente inseguridad que padecen las familias mexicanas. Por ello mismo, el pasado domingo 11 de septiembre, conjuntamente el PAN y el PRD propusimos a la dirigencia nacional del PRI y a su grupo parlamentario en la Cámara de Diputados que retiraran su propuesta al respecto y formuláramos, de la mano de la sociedad civil, expertos y académicos mediante la práctica del parlamento abierto, una nueva propuesta para enfrentar y resolver de fondo este gravísimo y creciente problema de inseguridad.
“Esto a fin de que los mexicanos puedan contar con un sistema integral de seguridad pública nacional de carácter civil, en el que, por supuesto, podrían participar nuestras fuerzas militares en apoyo a las policías civiles, tal como lo establece nuestra Constitución. Lo hemos dicho con toda claridad, no se trata como lo dicen hoy en sintonía los morenistas y priistas, si el ejército regresa o no a sus cuarteles, eso no es lo que estamos pidiendo, lo que se exige es que el Gobierno Federal no les cargue a las Fuerzas Armadas, el fracaso de su estrategia de seguridad pública y sus terribles resultados, y que dejen de violentar la constitución.”
Ambos dirigentes, incapaces de convencer a su aliado mayor, el PRI, la emprendieron contra su dirigente, Alejandro Moreno Cárdenas y la cúpula priísta. “Lamentablemente, hizo caso omiso a nuestra propuesta, lo cual acentúa la pública desconfianza e incertidumbre sobre el cumplimiento del resto de la agenda común de la Coalición Va por México y de la moratoria constitucional suscrita, que también comprometió cuidar al INE, los tribunales electorales, la elección de cuatro nuevos consejeros electorales y evitar cualquier tipo de regresión en el país.”
Y de nueva cuenta, tanto Cortés como Zambrano -éste líder de la corriente de los chuchos, que hoy controla al PRD- insistieron en su postura dura y descalificatoria del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador:
“Para poder superar por la vía democrática el autoritarismo destructivo y construir un proyecto que mejore la calidad de vida de los mexicanos y corrija el rumbo del país, esperaremos a que concluya el proceso legislativo de esta reforma en el Senado de la República, para que, en los órganos de nuestros respectivos institutos políticos, analicemos y decidamos cuál será el futuro inmediato de la coalición con dicho partido.”
Y ahora, el salvamento de su postura contra la presencia del Ejercito y Marina en actividades de seguridad pública, son los senadores del PRI, que encabezados por el ex secretario de Gobernación y Claudia Ruiz Massieu (sobrina de Carlos Salinas de Gortari), voten en contra la minuta que envió la Cámara de Diputados a San Lázaro:
“Desde luego que hacemos votos para que en la colegisladora todas y todos los senadores de la oposición, incluyendo la bancada del PRI, frenen está equivocada reforma militarista y cuiden a nuestro querido México, para juntos blindar nuestra democracia, el respeto de los derechos humanos, y podamos construir una verdadera estrategia y modelo de seguridad pública civil, que en situaciones específicas pueda contar con el acompañamiento de nuestras fuerzas armadas y logre disminuir la creciente violencia e inseguridad en el país”.