Si no se cumplen los supuestos que integran el paquete económico del próximo año, podrían presionar la calificación de México. Parten de un crecimiento al doble de lo estimado por el mercado y subestiman la inflación, advirtió Renzo Merino, analista líder para México en Moody’s.
Sin embargo, como ha pasado en otros años con un paquete económico que de inicio se califica como “optimista”, Merino prevé que el gobierno federal cumpla con sus cuentas fiscales aunque ello implique “exprimir la parte flexible del gasto lo más posible”.
En julio, Moody’s redujo a Baa2 la calificación de la deuda soberana de México y puso la perspectiva en estable. En conferencia de prensa, Merino detalló que esta valuación permite al país absorber diversos choques al menos por un año, pero lo más probable es que lo hagan por el resto de la administración.
Reiteró que hay una brecha “permanente” pospandemia en el crecimiento y el país no ha logrado recuperar la tendencia que registraba antes de la crisis por covid. A ello se suma una inflación que, de acuerdo con Moody’s, no regresará a la meta del Banco de México antes de 2024, incluso al cierre del próximo año se encontraría “ligeramente” por debajo de 5 por ciento.
Si bien el país ha mantenido cifras mínimas de endeudamiento en un contexto de alta incertidumbre, la carga de los intereses se encuentra ahora 12 por ciento por arriba de economías similares, y con un bajo crecimiento del producto interno bruto el manejo de la deuda se volverá más complejo, agregó el analista.
Herencia complicada
Además de la incertidumbre a nivel internacional, México capotea un entorno que termina en “oportunidades perdidas”, como los ingresos por los altos precios de las materias primas y la relocalización de las cadenas de suministro, consideró Merino durante un evento organizado por la calificadora de riesgo.
Por un lado, los altos precios del petróleo no están sirviendo para abastecer los fondos de estabilización que fueron drenados entre 2019 y 2020. Mientras la relocalización de cadenas de suministro, conocida va a una velocidad entre moderada y lenta, explicó.
El analista consideró que la “herencia para la próxima administración va a ser complicada”, pues el espacio fiscal cada vez es más reducido y la reforma que se prometió para el actual sexenio no se dio.