En un asunto que involucra a la comunidad internacional, pero nadie quiere resolver, no obstante los desastrosos resultados, el presidente López Obrador de nuevo subraya la urgencia de “reformar a fondo” a las instituciones multilaterales que se han convertido en un verdadero lastre democrático, político y económico para el desarrollo de los países -en especial los del Tercer Mundo-, y en una costosísima burocracia –al servicio de un solo país– que lejos de resolver problemas los complica más.
Se trata de organizaciones como la de Estados Americanos (OEA, el ministerio de las colonias al servicio de Estados Unidos) y de Naciones Unidas (ONU, inoperante a estas alturas, pero con la mayor burocracia del planeta), e instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM, también con Washington como titiritero), promotoras y facilitadores del brutal saqueo del que han sido víctimas las naciones subdesarrolladas, dadas las políticas económicas por ellas impuestas.
Dijo el mandatario que el FMI y el BM “deberían hacer una autocrítica y ofrecer a todos los países una disculpa. Imagínense, el papel del FMI en Argentina, que para mantener en la presidencia a un gobernante afín a su política neoliberal (Mauricio Macri) le otorga créditos, ¡en víspera de las elecciones!, más allá de la capacidad de pago de esa nación. Claro que quiebra el país, y ellos no aceptan su responsabilidad ni ayudan al gobierno entrante para que recupere la economía. ¿Cómo no van a tener responsabilidad?”
Eso debe cambiar, “la ONU, la OEA, todos estos; se requiere una reforma a fondo, de los gobiernos, ya no permitir que organismos internacionales impongan a los países sus políticas económicas, todo esto hizo tanto daño, cuando el BM y el FMI decidían sobre la agenda que tenían que aplicar los gobiernos nacionales, las llamadas reformas estructurales, que significan saqueo, empobrecimiento, corrupción, violencia. Claro, la responsabilidad mayor es de los gobiernos títeres, porque pueden venir los del FMI a México y decirnos: ‘les vamos a dar crédito, aprovechen, nada más –como lo hacían– que ya no van a aumentar el salario, ya no va a haber subsidio a las gasolinas, tienes que privatizar a Pemex. El problema mayor es ese, que les abrieron las puertas. Y la agenda que aplicaban en México también en Argentina, en España y todos lados, y eso resultó un rotundo fracaso. Entonces, se requiere una reforma, ya no aplicar esas políticas. Estamos viendo lo que está sucediendo en Europa, la gente ya no quiere eso”.
El FMI dice ser un organismo multilateral, pero en los hechos Washington lleva la batuta, pues la votación depende de las aportaciones de cada país, y a ese respecto Estados Unidos tiene 16.5 por ciento del voto total (México, 1.8), y más de 50 por ciento si suma a sus perritos falderos del G-7 y la Unión Europea. Lo mejor del caso es que en 2006 reconoció que era más que notorio el “déficit de democracia” existente, por lo que hizo un “cambio profundo” para que las naciones obtuvieran “mayor poder en la toma de decisiones”. De todas maneras, quedó igual.
Pero OEA, ONU, FMI y BM sólo son siglas, el que maneja los hilos, quien impone, es Estados Unidos. El crédito que el fondo otorgó a Mauricio Macri fue autorizado por Donald Trump para que su títere permaneciera en la presidencia del país sudamericano. Pero ni así: el nefasto empresario perdió la elección, dejó un desastre monumental y simplemente heredó la deuda.
Por otro lado, cómo es que el esperpento golpista Luis Almagro, siempre al servicio de los intereses gringos, sigue como secretario general de la OEA (en la silla desde 2015) sin que la comunidad de naciones que integran el ministerio de las colonias lo expulse. Le harían un favor a la propia organización, pero en especial a sus propios países. ¿Y la ONU? No sirve para mayor cosa, salvo para proteger los intereses del titiritero.
Entonces, ¿quién le entra a la reforma de fondo?
Las rebanadas del pastel
Excelente: 277 médicos cubanos ya prestan sus servicios especializados en 35 municipios de siete estados de la República, y en los próximos días arribarán 333 más. Las entidades beneficiadas: Nayarit, Colima, Campeche, Baja California Sur, Zacatecas, Sonora y Oaxaca, y en breve Guerrero y Veracruz.